Descubren un «anillo de fuego cósmico» a 11.000 millones de años luz

Por 25/05/2020 Portal

Un equipo internacional de astrónomos han capturado la imagen de algo nunca visto, un «anillo de fuego cósmico» tal como existía hace 11.000 millones de años. Se trata de una galaxia lejana, llamada R5519, que tiene aproximadamente la masa de la nuestra, la Vía Láctea y es circular con un agujero en el medio, más bien como una «rosquilla titánica». Fabrica estrellas a una velocidad endiablada. «Es súper rara», reconocen sus descubridores. El hallazgo, anunciado en la revista «Nature Astronomy», puede sacudir las teorías sobre la formación más temprana de estructuras galácticas.

«Es un objeto muy curioso que nunca hemos visto antes», afirma el investigador principal, Tiantian Yuan, del Centro de Excelencia ARC de Australia para Astrofísica All Sky en 3 Dimensiones (ASTRO 3D). «Parece extraño y familiar al mismo tiempo».

Situada a 11.000 millones de años luz del Sistema Solar, R5519 fue descubierta en los datos del Observatorio WM Keck en Hawái y el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. El agujero negro en su centro es verdaderamente masivo, con un diámetro 2.000 millones de veces más largo que la distancia entre la Tierra y el Sol. Monstruoso. Para decirlo de otra manera, es tres millones de veces más grande que el diámetro del agujero negro supermasivo en la galaxia Messier 87, que en 2019 se convirtió en el primero en ser fotografiado directamente.

«Está haciendo estrellas a un ritmo 50 veces mayor que la Vía Láctea», dice Yuan, miembro de ASTRO 3D con sede en el Centro de Astrofísica y Supercomputación de la Universidad Tecnológica de Swinburne, en el estado de Victoria. «La mayor parte de esa actividad tiene lugar en su anillo, por lo que realmente es un anillo de fuego».

Muy infrecuentes
Hay dos tipos de galaxias en anillo. El más común se crea por procesos internos. Pero el segundo se forma por colisión, como resultado de encuentros inmensos y violentos con otras galaxias. Por lo que han visto los investigadores, R5519 es una de esas galaxias en anillo de colisión», por lo que es la primera que se encuentra en el Universo temprano.

En el Universo «local» cercano, estas galaxias en anillo por colisión son 1.000 veces más raras que el tipo creado internamente. Las imágenes del R5519, solo 3.000 millones de años después del Big Bang, indican que siempre han sido extremadamente infrecuentes.

Ahmed Elagali, del Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía en Australia Occidental, cree que estudiar R5519 ayudaría a determinar cuándo las galaxias espirales comenzaron a desarrollarse. «Además, restringir la densidad numérica de las galaxias en anillo a través del tiempo cósmico también se puede utilizar para imponer restricciones en el ensamblaje y la evolución de los grupos de galaxias locales», agrega.

En la misma línea, Kenneth Freeman, profesor de la Universidad Nacional de Australia y coautor del estudio, asegura que el descubrimiento tendrá implicaciones para comprender cómo se formaron galaxias como la Vía Láctea. «La formación de colisión de galaxias en anillo requiere un disco delgado para estar presente en la galaxia ‘víctima’ antes de que ocurra la colisión», explica.

«El disco delgado es el componente definitorio de las galaxias espirales: antes de ensamblarse, las galaxias estaban en un estado desordenado, aún no reconocible como galaxias espirales», añade. Como explica, «en el caso de esta galaxia de anillo, estamos mirando hacia atrás en el universo temprano 11.000 millones de años, en una época en la que los discos delgados apenas se estaban ensamblando. En comparación, el disco delgado de nuestra Vía Láctea comenzó a unirse solo hace 1.000 millones de años. Este descubrimiento es una indicación de que el ensamblaje del disco en las galaxias espirales ocurrió durante un período más extenso de lo que se pensaba».