A Pablo Álvarez (León, 34 años) no se le borra en ningún momento la sonrisa de la cara. Está pletórico. “Esto es un sueño cumplido”, reconoce, enfundado por primera vez en el mono azul que le acaban de entregar, con su nombre bordado en el pecho. El suyo es un trabajo que, dice, haría gratis. Es el primer astronauta español de la Agencia Espacial Europea (ESA) en 30 años y, como tal, firme candidato a ser el primer español en pisar la Luna.