El legado de Ramón y Cajal: olvidado en un trastero desde hace más de 30 años

Por 29/11/2020 Portal

«Amigo Tello: yo sigo igual. La diarrea no me deja ni de día ni de noche. La inapetencia es completa. Hasta los medicamentos los vomito (…). Los amigos médicos están decididos y aún esperanzados de que unas inyecciones de suero me favorecerían (…) Allá veremos. Mientras tanto estoy afónico, no puedo leer ni comer y las fuerzas se agotan». Estas líneas las escribía Santiago Ramón y Cajal el 17 de octubre de 1934. Desde su cama rubricaba con letra temblorosa y torcida la que aún sería su penúltima carta, dirigida a Francisco Tello Muñoz, su mano derecha y posterior albacea, tan solo unas horas antes de morir. Ya había dado órdenes de que todos los enseres personales que había dejado… Ver Más