El primer entierro de gemelos conocido, una triste historia del Paleolítico

Por 13/11/2020 Portal

Un equipo internacional de científicos ha logrado descifrar buena parte de la historia de tres bebés enterrados en dos tumbas de 31.000 años de antigüedad descubiertas en el yacimiento de Wachtberg-Krems, en Austria, en 2015. La primera fosa, muy bien conservada y protegida por un omóplato de mamut, es la de dos gemelos varones, la más antigua conocida. Uno de los pequeños murió al nacer. Pocas semanas después le siguió su hermano. En un comportamiento inédito en el Paleolítico, la tumba fue reabierta para que los dos pequeños descansaran juntos. El segundo enterramiento estaba ocupado por otro niño de unos tres meses, probablemente primo de los anteriores.

Doble entierro infantil – OREA OeAW

Bioantropólogos del Museo de Historia Natural de Viena, la Universidad Médica de Viena y la Sociedad Ludwig Boltzmann, genetistas moleculares de la Universidad de Viena, la de Harvard y la de Coimbra, y analistas de isótopos y químicos de la Universidad de Montan en Leoben y la Estatal de Pensilvania se propusieron saber más acerca de estos niños prehistóricos con un destino tan aciago. No solo identificaron la relación de los tres bebés entre sí, sino que también determinaron con precisión el sexo y la edad en el momento de la muerte.

El análisis genético molecular pudo mostrar que el doble entierro (tumba 1) era de un par de gemelos varones monocigóticos (idénticos, originados a partir de un mismo óvulo). Se trata de la «primera prueba genética molecular verificada y la prueba más temprana de un nacimiento de gemelos», afirma Ron Pinhasi, de la Universidad de Viena. La frecuencia de los nacimientos de gemelos fluctúa en diferentes regiones y épocas. Hoy en día está aumentando y se encuentra alrededor de 1:85 (basado en gemelos monocigóticos y dicigóticos), siendo los gemelos monocigotos aún más raros con una frecuencia de 1:250.

«Descubrir un enterramiento múltiple del Paleolítico ya es extraordinario. El hecho de que se pudiera extraer ADN antiguo suficiente y de alta calidad de los frágiles restos óseos infantiles para el análisis del genoma superó todas nuestras expectativas y se puede comparar con un billete de lotería», explica Maria Teschler-Nicola, del Museo de Historia Natural de Viena.

Los restos óseos del tercer bebé recuperados de la tumba individual (tumba 2) también demostraron ser adecuados para un análisis del genoma, a pesar de estar mal conservados: resultó ser un pariente masculino de tercer grado, posiblemente un primo.

Reapertura de la tumba
Para conocer la edad a la que murieron los bebés, analizaron los incisivos laterales superiores, se recolectaron datos métricos, análisis químicos, etc. Inicialmente, la atención se centró en la detección de la denominada «línea neonatal» (NNL) en el esmalte dental. «Este NNL es el producto de una irritación relacionada con el estrés del nacimiento de las células formadoras de esmalte en los dientes de leche. Aparece como una línea oscura en el esmalte dental y separa el esmalte formado prenatalmente del formado después del nacimiento», explica Teschler-Nicola.

Por esta característica, teniendo en cuenta el grado de desarrollo de otras regiones del cuerpo, los investigadores concluyeron que los gemelos nacieron maduros. Mientras que un bebé sobrevivió al parto unas seis o siete semanas, el otro aparentemente murió al nacer o poco después. Los diferentes tiempos de muerte de los gemelos también pueden explicar las ubicaciones de sus restos. El bebé de 6-7 semanas es, por tanto, el «nuevo entierro». Esto presupone la reapertura de la tumba, un hallazgo cultural que los autores del estudio consideran de gran relevancia y desconocido hasta ahora en el Paleolítico

Intento de amamantar
Además, los investigadores se fijaron en la señal que deja el bario en el esmalte dental. Debido a la barrera placentaria, el bario no encuentra ninguna o casi ninguna entrada en el esmalte antes del nacimiento. Se absorbe de la leche materna después del nacimiento y, por lo tanto, también se almacena en el esmalte dental postnatal. En el caso de los gemelos enterrados, se puede ver que el bebé que murió pronto tuvo al menos un intento de amamantar y se encontró un aumento en la señal de bario en el esmalte dental del bebé que vivió unas semanas. En el bebé de 3 meses en la otra fosa, esta señal está completamente ausente, lo que indica dificultades con el suministro de alimentos.

Los científicos creen que, especialmente por los signos documentados de estrés y la muerte temprana de los menores, los resultados reflejan un episodio doloroso del suministro de alimentos de un grupo de cazadores-recolectores del Paleolítico que instaló un campamento en Wachtberg-Krems hace poco más de 30.000 años. Lo que está claro es que esas personas se preocupaban por los niños, ya que quisieron enterrarlos juntos, en una tumba protegida por el omóplato de un mamut. Igualmente, los pequeños fueron enterrados con algunos abalorios, como perlas de marfil de mamut y un incisivo de zorro y tres moluscos perforados.