Algunas plantas muestran lo que los científicos llaman ‘movimientos de sueño’: doblan o levantan sus hojas cada noche antes de abrirlas al día siguiente. Este comportamiento, conocido como nictinastia foliar, no es nuevo. Un equipo internacional de investigadores ha descubierto la evidencia más antigua de una planta que se ‘ echa a dormir ‘ en fósiles de hace más de 250 millones de años. Hallar algo semejante es tremendamente difícil, ya que es imposible saber si una hoja doblada tan antigua se cerró porque experimentó un comportamiento de sueño o simplemente porque se encogió y dobló después de la muerte. Para solucionarlo, los científicos se fijaron en algo muy curioso: patrones de marcas dejados por insectos. Zhuo Feng , de la Universidad de Yunnan en Kunming, China, descubrió en 2013 un patrón interesante de daños por insectos en plantas vivas: unos agujeros simétricos perforados a través de las hojas. Resultó que se veían así porque los insectos se alimentaban de las hojas mientras estaban dobladas. Como este tipo de daño es común en las plantas nictinásticas, se preguntó si podría encontrarlo en las plantas fósiles como evidencia de esos movimientos del sueño. Noticia Relacionada estandar No El pingüino más grande que jamás haya existido: un ‘pájaro monstruo’ tan pesado como un gorila J. de J. Los fósiles de la criatura, de hace 57 millones de años, han sido encontrados en Nueva Zelanda La nueva investigación muestra que Feng estaba en lo cierto. Los investigadores observaron los gigantoptéridos, un grupo extinto de plantas productoras de semillas característico de la vegetación del Pérmico de Catasya, un microcontinente en lo que hoy es China, hace unos 300-250 millones de años. La primera hoja fósil de gigantoptérido que mostraba el patrón simétrico que buscaban apareció en 2016. Para estar seguros, los investigadores buscaron más fósiles. El segundo que encontraron, una especie diferente del mismo grupo de plantas, reveló el mismo daño por alimentación de insectos que el conservado en la hoja recolectada dos años antes. Un beneficio ecológico El equipo examinó cientos de muestras y fotos en el Jardín Botánico Tropical de Xishuangbanna (provincia de Yunnan, China) para hallar evidencias aún más convincentes de nictinastia. «En los últimos años, se ha descubierto que algunos [gigantoptéridos] poseen ganchos en sus hojas y tienen células conductoras de agua especializadas que indican que al menos algunos eran trepadores dentro de los primeros ecosistemas similares a la selva tropical», dice Stephen McLoughlin, del Museo Sueco de Historia Natural en Estocolmo. «A esto ahora podemos agregar que algunas de estas plantas doblaron sus hojas a diario», subraya. Hojas de gigantoptéridos con daños por alimentación de insectos Current Biology /Feng et al Para McLoughlin, «ahora está claro que el comportamiento del sueño ha evolucionado de forma independiente en varios grupos de plantas y en diferentes momentos en el curso de la historia de la Tierra, por lo que debe tener algunos beneficios ecológicos para la planta». Los hallazgos, dados a conocer en ‘Current Biology’, también muestran que es posible inferir no solo estructuras sino también características de comportamiento de plantas y animales fosilizados, lo cual nos permitiría conocer mucho mejor cómo eran los ecosistemas del pasado. Los investigadores dicen que las características biológicas de los organismos antiguos podrían descifrarse en el futuro a partir de especímenes fósiles a través de observaciones más detalladas de las interacciones de los animales con plantas fósiles y modernas. «El registro fósil de las interacciones entre plantas y animales es un banco de datos ecológicos rico y en gran parte intacto», afirma McLoughlin. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Sara García Alonso, astronauta: «Prefiero curar el cáncer de una sola persona a ir a la Luna» noticia No Rusia retrasa el rescate de los astronautas atrapados en la estación espacial por una nueva fuga en otra nave rusa «Ahora sabemos que »la historia evolutiva de los ‘movimientos dormidos’ de las hojas se remonta a las plantas gigantoptéridas del Paleozoico tardío hace más de 250 millones de años«, apunta Feng. En estudios futuros, espera explorar cuántos otros linajes de plantas pueden haber tenido un comportamiento similar.