«Un terremoto como el de Turquía afectará seguro a España; y esto puede ser dentro de 1.000 años o mañana»

By 08/02/2023 Portal

«El sol brillaba en todo su esplendor. Todo el cielo estaba perfectamente sereno y claro; y no había la menor señal de advertencia de ese evento que se avecinaba, que ha convertido a esta ciudad, una vez floreciente, opulenta y populosa, en un escenario del mayor horror y desolación». Estas palabras las escribía el reverendo Charles Davy en su obra ‘El terremoto de Lisboa, 1755’, después de haber sufrido en sus propias carnes el Día de Todos los Santos a primera hora de aquel aciago año la devastación de un temblor que se calcula tuvo una magnitud de 8, mayor (y mucho más cerca de nosotros) que el sismo que ha asolado este lunes Turquía y Siria , en el que ya se cuentan más de 7.000 víctimas . Por supuesto, la capital portuguesa no fue la única afectada: el terremoto se dejó sentir por toda la península ibérica y se produjo un inmenso tsunami que arrasó todo el golfo de Cádiz y el Algarve, hasta Lisboa . Casi el 90% de los edificios en Sevilla quedaron dañados y trozos de la muralla gaditana quedaron desperdigados a decenas de metros. En Madrid, dos niños fallecieron por la caída de las cruces sobre sus colegios. En total, perecieron entre 60.000 y 100.000 personas , unos dos millares españoles, y cientos de desaparecidos. « Y esto, con total seguridad, volverá a ocurrir . Y puede que sea dentro de 1.000 años. O mañana «, explica a ABC Gerardo de Vicente Muñoz , catedrático del Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid. «Porque un terremoto se puede producir en cualquier lugar, ya que la corteza terrestre está en un punto crítico, a punto de romper, en todas partes, tanto en los límites, como en el interior de las placas. No existen zonas estables; solo zonas más activas y menos activas». Noticia Relacionada estandar No Por qué no se puede predecir un gran terremoto: sabemos dónde pero no cuándo Judith de Jorge Los científicos conocen bien las zonas de mayor peligro, pero con la instrumentación actual es imposible saber el momento en el que la deformación de la tierra liberará un sismo A pesar de que suene apocalíptico, lo cierto es que es una realidad con la que convivimos día a día. En la península ibérica existen varias fallas activas (capaces de generar sismos)-fracturas en la corteza terrestre producidas por un desplazamiento entre dos bloques de roca- situadas en las cordilleras Béticas (la Falla de Lorca, las que limitan la depresión de Granada). Pero también hay fallas en la fachada Atlántica, entre España y Portugal, de 300 kilómetros de longitud. «Incluso hay localizada una bajo el hospital de Teruel», señala de Vicente Muñoz. En estos lugares, día a día, año tras año, década tras década, siglo tras siglo, se van acumulando esfuerzos, como cuando haces fuerza con los dedos para partir una galleta: al final, la galleta se rompe, al igual que ocurre con la corteza. Y eso da lugar a terremotos. Pero no es lo mismo que se parta por la mitad que solo una esquina. «Cuando la rotura es de poca longitud, se producen sismos más pequeños. Por ejemplo, el de Lorca de 2011 (de magnitud 5,2) rompió un trozo pequeño; sin embargo, en este último de Turquía y Siria se ha roto toda la falla, lo que ha provocado un desastre mucho mayor«. Dónde y con cuánta probabilidad La parte buena es que los científicos saben dónde se producirán los terremotos; el problema es que no conocen cuándo. «Es imposible saberlo, porque es un sistema caótico donde observamos las tensiones que se acumulan, pero no se puede predecir el momento en el que se liberarán y se producirá el terremoto» (igual que los meteorólogos no pueden predecir el tiempo que hará a 10 días vista. Los sistemas caóticos tienen un grado de predictibilidad bajo o muy bajo). Aún así, según señala de Vicente Muñoz, las probabilidades de que ocurran sismos tan grandes aquí son menores que en otros puntos más alejados del Sur de las Azores, que es el lugar sobre el que pivota nuestra placa. «Esto no quiere decir que no se puedan producir, solo que la probabilidad es menor. De hecho, en 1909 ocurrió un terremoto en Benavente (Portugal) que mató a 20.000 personas». Las matemáticas pueden ayudar: se realizan estimaciones a medio y largo plazo, y se modelan por ordenador los posibles terremotos que podría crear una falla determinada. MÁS INFORMACIÓN noticia No Los restos de una ‘mariscada’ neandertal, otro clavo en el ataúd de su supuesta inferioridad noticia Si La era de la ciencia tranquila: por qué no aparece un nuevo Einstein Lo que sí podemos hacer es prevenir las consecuencias: existen métodos de construcción que pueden aplacar los efectos de los terremotos sobre los edificios y, por tanto, evitar muchas muertes. «En Japón y California hay muchos terremotos, pero no se caen los edificios. Es una cuestión de dinero», señala el experto, quien indica que, en España, pese al peligro sísmico, estamos suspensos en esta materia. «Por ejemplo, nuestras centrales nucleares están diseñadas para aguantar terremotos de magnitud 5 como máximo; si se da uno de 6, que son mucho más probables que los de Turquía, se caen abajo», incide. «Deberíamos proteger edificaciones sensibles, como hospitales, parques de bomberos, porque, incluso terremotos más pequeños pueden hacer mucho daño».