¿Qué produjo la misteriosa nube radiactiva que recorrió Europa en el otoño de 2017?

Por 17/06/2020 Portal

Durante el otoño de 2017, una misteriosa nube ligeramente radiactiva, que contenía rutenio-106, recorrió toda Europa. Aunque las concentraciones de actividad fueron inocuas, alcanzaron hasta 100 veces los niveles de lo que se había detectado en el continente a raíz del accidente de Fukushima. Ningún gobierno asumió la responsabilidad y el origen de esta extraña radiactividad se convirtió en un misterio, hasta el punto de que no se descartó que fuera el fruto de algún tipo de actividad militar.

Ahora, investigadores de la Universidad de Leibniz en Hannover y la Universidad de Münster (ambas en Alemania) descubrieron que la nube no se originó en fuentes militares, sino en actividades nucleares civiles. En concreto, apuntan a la liberación de rutenio de una planta de reprocesamiento de combustibles nucleares con tecnología creada por los rusos. La conclusión aparece publicada en la revista «Nature Communications».

Según explican los autores, es imposible hacer una distinción clara entre fuentes civiles y militares basadas únicamente en mediciones de isótopos radiactivos de rutenio. Por primera vez, los investigadores lograron cuantificar los isótopos de rutenio estables en los filtros de aire que se liberaron con el rutenio radiactivo.

Su metadología no fue muy convencional. «Usualmente medimos isótopos de rutenio para estudiar la historia de la formación de la Tierra», explica Thorsten Kleine, profesor en Münster. El hecho de que el rutenio en el aire proveniente de actividades nucleares ocurriera en cantidades minúsculas y se diluyera con rutenio estable natural presentaba un desafío significativo.

Un reactor ruso
A través de la separación química de las fracciones de rutenio de los filtros de aire y las posteriores mediciones de alta precisión mediante espectrometría de masas, los investigadores determinaron la proporción de rutenio estable de la fuente nuclear. Las proporciones isotópicas de rutenio encontradas en el filtro son consistentes con la firma de una fuente civil, en particular la firma del combustible nuclear gastado de una planta de energía nuclear. Se puede descartar un trasfondo militar (como la producción de plutonio apto para armas).

Además, las mediciones de alta precisión permitieron a los investigadores sacar más conclusiones. «La firma del isótopo descubierta en el filtro de aire no presenta similitudes con los combustibles nucleares de los reactores de agua a presión occidentales convencionales. En cambio, es consistente con la firma del isótopo de un tipo específico de reactores de agua a presión rusos: la serie VVER. En todo el mundo, en la actualidad están operativos aproximadamente 20 reactores de este tipo de VVER», especifica Georg Steinhauser, de Leibniz. En Rusia, operan cinco de ellos.

Como explica el investigador en un correo electrónico a ABC, el estudio «nos centramos en lo que sucedió durante el accidente, no en la ubicación del lanzamiento. Eso ha sido realizado por varios estudios previos y todos llegaron a la conclusión de que la fuente estaba en el sur de los Montes Urales».