Un gen neandertal nos protege de las formas más graves de Covid-19

Por 18/02/2021 Portal

El SARS-Cov-2, el virus causante del Covid-19, afecta a las personas de forma muy diferente. Algunos experimentan pocos o ningún síntoma, mientras que otros desarrollan graves insuficiencias respiratorias que les llevan sin remedio a los servicios de urgencias de los hospitales e incluso a la muerte.

Hace justo un año, cuando la pandemia empezaba a extenderse por el mundo, los investigadores Svante Pääbo y Hugo Zeberg, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania, anunciaban en ‘Nature’ que el mayor factor de riesgo genético identificado hasta el momento de padecer Covid-19 en sus formas más graves era un rasgo heredado directamente de los neandertales.

Y ahora, los mismos investigadores muestran, en un nuevo estudio recién publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), que los neandertales también aportaron a nuestro ADN otra variante del mismo gen que es capaz justo de lo contrario: protegernos de la enfermedad. De hecho, hasta la mitad de las personas nacidas fuera de África son portadoras de una variante del gen neandertal que reduce hasta en un 22% el riesgo de necesitar cuidados intensivos una vez contraída la enfermedad.

«Por supuesto -explica Pääbo- otros factores como la edad avanzada o las afecciones subyacentes, como la diabetes, tienen un impacto significativo en lo grave que puede llegar a enfermar una persona infectada. Pero los factores genéticos también juegan un papel importante, y algunos de ellos han sido aportados por los neandertales a la población actual».

El año pasado, Pääbo y Zeberg descubrieron que uno de esos genes de herencia neandertal llegaba a duplicar el riesgo de desarrollar Covid-19 grave. Su nuevo trabajo, sin embargo, está basado en una reciente recopilación de secuencias de genomas de 2.244 personas que desarrollaron Covid-19 grave. Recopilación que identificó regiones genéticas adicionales en cuatro cromosomas que afectan a la forma en que las personas responden al virus.

En su estudio de PNAS, los investigadores muestran que una de esas regiones genéticas recientemente identificadas tiene una variante que es casi idéntica a las encontradas en tres individuos neandertales: uno de 50.000 años de antigüedad hallado en Croacia y otros dos, uno de 70.000 años y el otro de 120.000, descubiertos en el sur de Siberia.

Sorprendentemente, este segundo factor genético influye en los pacientes de Covid-19 en la dirección opuesta a la que lo hacía el factor descubierto el año pasado, proporcionando protección (en vez de aumentar el riesgo) de desarrollar la enfermedad en sus formas más graves. La nueva variante se encuentra en el cromosoma 12 y reduce el riesgo de que un individuo requiera cuidados intensivos en aproximadamente un 22%.

«Resulta bastante sorprendente -prosigue Pääbo- que a pesar de que los neandertales se extinguieron hace unos 40.000 años, su sistema inmunológico todavía es capaz de influir en nosotros, tanto para bien como para mal».

Para tratar de comprender cómo esta variante afecta a los infectados de Covid-19, los investigadores examinaron más de cerca los genes ubicados en esa región. Y descubrieron que tres de esos genes, llamados OAS, codifican enzimas que se producen tras una infección viral y, a su vez, activan otras enzimas que degradan los genomas virales en las células infectadas. «Parece que las enzimas codificadas por la variante neandertal son más eficientes -explica Pääbo-, lo que reduce la posibilidad de consecuencias graves para las infecciones por SARS-CoV-2».

Los investigadores también estudiaron la forma en que, después de pasar de los neandertales a nuestra propia especie, la frecuencia de estas variantes genéticas ha ido evolucionando en los humanos modernos durante los últimos 60.000 años. Para ello, utilizaron información genómica recuperada por diferentes grupos de investigación de miles de esqueletos humanos de diferentes edades.

De este modo, Pääbo y Zeberg hallaron que la variante aumentó en frecuencia después de la última Edad de Hielo y luego volvió a aumentar durante el último milenio. En la actualidad, está presente en aproximadamente la mitad de las personas que viven fuera de África y en alrededor del 30% de las personas en Japón.

«El aumento en la frecuencia de esta variante protectora de Neandertal -concluye Pääbo- sugiere que puede haber sido beneficiosa también en el pasado, tal vez durante otros brotes de enfermedades causadas por virus de ARN».