Desvelado el misterio del origen de la pluma fósil más antigua del mundo

Por 30/09/2020 Portal

El paleontólogo Christian Erich Hermann von Meyer descubrió en 1861 en Alemania lo que parecía ser el fósil de una pluma muy antigua. Tan antigua que hoy es considerada aún el más antiguo jamás hallado por el hombre. Poco tiempo después encontró muy cerca un esqueleto de una especie antigua, a caballo entre un dinosaurio y un ave. Es por ello que los investigadores bautizaron a aquel animal que vivió hace 150 millones de años como Archaeopteryx. Sin embargo, la conexión entre la pluma y el esqueleto nunca había estado del todo clara y algunos estudios recientes apuntaban a que podría ser de especies totalmente diferentes. Una nueva investigación que acaba de ser publicada en «Scientific Reports» llega para arrojar luz sobre el tema.

El estudio, realizado por un equipo internacional liderado por cientóíficos de la Universidad del Sur de Florida, llega a la conclusión de que la pluma pertenece inequívocamente al mítico
Archaeopteryx
, apodado familiarmente como el «abuelo de las aves» o el «dino-pájaro», ya que siendo un dinosaurio ya contaba con alas con plumas y un cerebro más desarrollado. Archaeopteryx podría crecer a alrededor de 0,5 metros de longitud. A pesar de su pequeño tamaño, presentaba amplias alas y la habilidad inferida de volar o planear. Además poseía mandíbulas con dientes afilados, tres dedos con garras, una larga cola huesuda y dedos segundos hiperextensibles (o las conocidas «garras asesinas»).

Fósil de uno de los Archaeopteryx hallados junto a la pluma

Museo de Ciencias Naturales de Berlín

El fósil de la plumaEn concreto, el fósil de la pluma coincide con un tipo presente las alas llamadas cubierta primaria, que se superponen encima de las plumas primarias y ayudan a impulsar a las aves durante el vuelo. El equipo analizó nueve atributos de la pluma, particularmente la pluma larga, junto con datos de aves modernas. También examinaron los 13 fósiles de esqueletos conocidos de Archaeopteryx, tres de los cuales contienen coberturas de plumas primarias bien conservadas. Los investigadores descubrieron que la superficie superior de un ala de Archaeopteryx tienen coberturas primarias que son idénticas a la pluma aislada en tamaño y forma. La pluma aislada también era del mismo sitio fósil que cuatro esqueletos de Archaeopteryx, lo que confirma sus hallazgos.

«Durante los últimos 159 años se ha debatido si esta pluma pertenece o no a la misma especie que los esqueletos de Archaeopteryx, así como de qué parte del cuerpo proviene y su color original», explica el autor principal del estudio, Ryan Carney, profesor asistente de biología integrativa en la USF. «A través del trabajo de detective científico que combinó nuevas técnicas con viejos fósiles y literatura, pudimos finalmente resolver estos misterios centenarios».

Usando un tipo especializado de microscopio electrónico, los investigadores determinaron que la pluma provenía del ala izquierda. También detectaron melanosomas, que son estructuras pigmentarias microscópicas. Después de refinar su reconstrucción de color, encontraron que la pluma era completamente negra mate, no en blanco y negro, como afirmó otro estudio.