El cambio climático puede dañar el arte rupestre más antiguo del mundo

Las cuevas y refugios rocosos de Maros-Pangkep, en Sulawesi (Indonesia), albergan en su interior algunas de las obras rupestres más antiguas de la humanidad. En sus paredes fue pintada una escena de caza, uno de los primeros ejemplos de arte figurativo creados por el hombre moderno, hace 44.000 años. También la plantilla de mano más antigua conocida, de hace 39.900 años. Sin embargo, los arqueólogos advierten de que estas joyas podrían estar en peligro. Según explican en un nuevo estudio publicado en ‘Scientific Reports’, el cambio climático está acelerando la degradación de algunas de ellas.

Las pinturas rupestres realizadas con pigmentos rojos y de color morado tienen una antigüedad de entre 20.000 y 45.000 años. Algunas superan a las primeras europeas, entre ellas la famosa ‘Capilla Sixtina’ de Altamira (35.600 años). Los investigadores se han dado cuenta de que los trazos se han estado deteriorando a un ritmo acelerado en las últimas décadas, pero las razones no estaban claras.

Sales y azufre
El equipo de Jillian Huntley, de la Universidad Griffith en Australia, investigó las posibles causas de la degradación acelerada del arte rupestre en once localizaciones de Maros-Pangkep. Los científicos analizaron las escamas de roca que habían comenzado a desprenderse de las superficies de las cuevas. Encontraron sales que incluían sulfato de calcio y cloruro de sodio en escamas rocosas en tres de estos lugares. Estas sales forman cristales en las superficies de las rocas, lo que hace que estas se rompan. Los autores también encontraron altos niveles de azufre, un componente de varias sales, en las once ubicaciones. Los hallazgos pueden indicar que el proceso de degradación del arte rupestre relacionado con la sal está muy extendido en Maros-Pangkep.

Los autores sugieren que los cambios repetidos en la temperatura y la humedad causados por períodos alternos de lluvia estacional y sequía crean condiciones que promueven la formación de cristales de sal y la degradación del arte rupestre. Proponen que estos cambios pueden acelerarse por el aumento de las temperaturas globales y la frecuencia y gravedad cada vez mayores de los eventos climáticos extremos debido al cambio climático y los eventos de El Niño. Por este motivo, advierten que se necesitan esfuerzos de monitoreo y conservación a largo plazo para proteger el arte rupestre en las regiones tropicales.

El negativo de una mano

Nature
La primera figurativa
El diciembre de 2019, los investigadores de Griffith dieron a conocer en la revista ‘Nature’ la existencia de una pintura de unos 44.000 años en Maros-Pangkep: ocho figuras humanas con cabeza de animal en el acto de atrapar a unos cerdos verrugosos y búfalos enanos. La escena de caza fue considerada entonces la primera obra de arte figurativo creada por el hombre moderno, unos 4.000 años más antigua que cualquier otra conocida, y posiblemente el ejemplo más temprano de nuestra capacidad de imaginar seres sobrenaturales. Este año, la pintura ha sido desplazada por otra aún más antigua: un jabalí verrugoso, el primer animal representado, de al menos 45.000 años de antigüedad, hallado en otra cueva de Sulawesi.

En 2014, el mismo equipo descubrió en este lugar uno de los motivos de arte rupestre más antiguos, el contorno en rojo de una mano humana, creado hace 39.900 años. Estos hallazgos desplazan definitivamente a Europa como la cuna de este tipo de expresión artística, por lo que su conservación es imprescindible.