El fósil con nombre de Tolkien que ha reescrito la historia

Por 12/11/2020 Portal

Un hallazgo publicado recientemente en la revista «Proceedings of the Royal Society B» ha cambiado radicalmente la comprensión de los científicos sobre cómo evolucionaron las especies de focas en todo el mundo. Una nueva especie hallada entre siete especímenes fósiles encontrados en las playas del sur de Taranaki, en Nueva Zelanda, acaba de revelar una enorme sorpresa: las focas no evolucionaron solo en el hemisferio norte, como se pensaba hasta ahora; también lo hicieron desde el hemisferio sur.

La nueva especie se ha bautizado como
Eomonachus belegaerensis
, que significa ‘foca monje del amanecer de Belegaer’. Este nombre hace referencia al imaginario creado por el escritor J. R. R. Tolkien, quien en su famosa obra «El señor de los anillos» llamó así a un mar al oeste de la Tierra Media. E. belegaerensis, de unos 2,5 metros de largo y un peso de entre 200 y 250 kilos, vivió en las aguas de Nueva Zelanda hace unos 3 millones de años.

Ilustración a escala de Eomonachus belegaerensis

Jaime Bran for Te Papa Museum
Anteriormente se pensaba que las focas se originaron en el Atlántico norte, y algunas de ellas cruzaron el ecuador más tarde para vivir tan al sur como la Antártida. Sin embargo, E. belegaerensis demuestra una realidad muy diferente: muchas focas antiguas, incluidos los antepasados de las focas monje, elefante y antártica actuales, evolucionaron realmente en el hemisferio sur.

«Esta nueva especie de foca monje extinta es la primera de su tipo en el hemisferio sur. Su descubrimiento realmente revoluciona lla historia que sabemos de las focas», afirma en un comunicado el paleontólogo James Rule, de la Universidad de Monash. «Hasta ahora, pensamos que las focas originales surgieron en el hemisferio norte y luego cruzaron el ecuador solo una o dos veces durante toda su historia evolutiva. En cambio, muchas de ellas parecen haber evolucionado en el Pacífico sur y luego cruzaron el ecuador hasta ocho veces».

Una historia muy distinta que se ha descubierto gracias a fósiles hallados entre 2009 y 2016. «Nueva Zelanda es increíblemente rica en fósiles y hasta ahora apenas hemos arañado la superficie. ¿Quién sabe qué más hay ahí fuera?», concluye Rule.