El megalodón era incluso más gigantesco de lo que le tocaba

Por 11/10/2020 Portal

Un nuevo estudio ha revelado que el tamaño del monstruoso megalodón (Otodus megalodon), un tiburón extinto que vivió en un periodo comprendido entre los 15 y los 3,6 millones de años de antigüedad, realmente se sale de las gráficas, en comparación con otros escualos.

Es la principal conclusión de una investigación, publicada en «Historical Biology» que ha presentado nuevas ecuaciones para estimar la longitud de los escualos extintos gracias al tamaño de sus dientes. De esta forma, han concluido que la longitud de O. megalodon, que superó los 15 metros (18 según otras estimaciones) era anómalamente grande, en comparación con lo que se esperaría si tuviera las mismas proporciones que otros escualos.

Según ha comentado Kenshu Shimada, primer autor del estudio e investigador en la Universidad De Paul de Chicago, esto resalta el carácter único de este leviatán.

Reconstruir a partir de un diente
El misterio rodea al megalodón porque forma parte de un grupo, los lamniformes, del que solo se han descubierto dientes en el registro fósil.

Pero gracias a las estimaciones de tamaño realizadas a partir de sus dientes, Shimada ha demostrado que el megalodón se sale de los límites del resto de escualos. Sus 15 metros de longitud hacen palidecer a la longitud máxima, de 7 metros, de los lamniformes actuales (con excepción de los que se alimentan de plancton).

Además, la investigación también ha mostrado que los tiburones del Cenozoico (la era posterior a la era de los dinosaurios) eran mayores que los del Mesozoico (la era de los dinosaurios).

Los tiburones del Cenozoico (la era posterior a la era de los dinosaurios) eran mayores que los que vivieron durante el Mesozoico (la era de los dinosaurios)Averiguar qué tamaño alcanzaron estos animales no es solo una curiosidad, sino también un dato muy importante para comprender cómo vivían y cómo evolucionaron. Según Shimada, esto es especialmente relevante puesto que, por ser carnívoros de gran porte, probablemente «tuvieron un papel muy importante en la formación de los ecosistemas marinos de hoy en día».

De hecho, el megalodón era tan enorme que le ha planteado muchos retos a los paleontólogos que quieren estudiar su biología. Por ejemplo, se ha propuesto que muchos lamniformes eran animales de sangre caliente. En esta ocasión, Kenshu Shimada ha sugerido que las larvas de estos animales se alimentaban de los otros embriones para crecer más rápido.