Desde tiempos inmemoriales los exploradores se han encontrado con muchos dilemas para nombrar aquellas tierras o paisajes que iban descubriendo. Ocurrió durante el inicio de las civilizaciones, durante la era de la exploración y hasta en tiempos modernos, a medida que se llegaba en territorios nunca visitados, como los hielos antárticos o las dorsales oceánicas. También ha sucedido con los accidentes geográficos de otros mundos cercanos, recorridos como mucho solo por robots.