Puertas al campo

By 23/06/2020 Portal

Que la gente se trague que Vladímir Putin ha soltado 500 leones por las calles de Moscú para estimular a los ciudadanos a quedarse en casa, como sostiene una teoría muy popular en las redes sociales, no supone un obstáculo para la gestión de la pandemia, por más que pueda revelar un serio problema de salud mental en el primo o cuñado que ha ingerido la noticia. Pero hay otros bulos contagiosos que cruzan la línea roja. Por ejemplo, el que dice que comer lechugas de mar, unas algas verdes del género Ulva, evita que cojas la covid, o el que asegura que aguantar la respiración contando hasta 10 sirve como un test para el coronavirus. Estas estupideces ponen en peligro la vida de la gente, y un buen abogado podría construir un argumento penal para poner a la sombra a sus emisores. Si alguien le pagara por ello, desde luego, lo que no es el caso.

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