¿Es cierto que las parejas se van pareciendo físicamente más y más con el paso de los años?

Por 15/10/2020 Portal

El psicólogo Robert Zajonc, de la Universidad de Michigan, realizó un estudio en 1987 con unas conclusiones sorprendentes: que las parejas se parecen cada vez más en los rasgos físicos de la cara según pasa el tiempo. Esta teoría se volvió tan popular que se dedicarn cursos enteros de psicología a estudiarla, si bien la ciencia aún no ha podido ni confirmar ni desmentir tal postulado. Ahora, investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han abordado el problema desde un enfoque distinto, utilizando experimentos y tecnología moderna. Y creen que han hallado la solución.

«Es algo en lo que la gente cree y teníamos curiosidad al respecto», dijo Pin Pin Tea-makorn, estudiante de doctorado en Stanford y uno de los autores del estudio que acaba de ser publicado en «Scientific Reports». «Nuestra hipótesis inicial fue que si las caras de las personas tienen a converger con el tiempo, podríamos ver en qué tipos de características se parecen».

Método de estudio
Trabajando con su colega de Stanford, Michal Kosinski, Tea-makorn buscó en Google fotos de parejas tomadas al comienzo de sus matrimonios y muchos años después. Así es como una base de datos de imágenes de 517 parejas de las que tenían al menos una instantánea de recién casados (hasta los dos años de la fecha) y otra tomada entre 20 y 69 años después.

Para probar si los rostros de las parejas se parecían con el tiempo, los investigadores mostraron a los voluntarios una foto de una persona «objetivo» (integrante de la pareja) acompañada de otros seis rostros, cinco al azar y la de su cónyuge. Luego se pidió a los voluntarios que clasificaran el parecido de cada uno de esos seis rostros con el de la persona objetivo. De forma paralela se realizó la misma tarea con un programa de reconocimiento facial.

Diferencias con el estudio de los ochenta
En el caso del estudio de los años 80, solo se utilizaron una docena de parejas y sus fotografías para llegar a la conclusión de que, efectivamente, las parejas cada vez se parecen más entre sí. Los psicólogos han argumentado que la explicación es que compartir formas de vida cambia los rostros de las personas. Así mismo, la dieta, el estilo de vida, el tiempo al aire libre y las líneas de expresión también juegan un papel muy importante en esta «mimetización».

Sin embargo, el estudio de Tea-makorn y Kosinski afirma que no se hallaron evidencias de que las parejas se parezcan más con el tiempo. Aunque sí se percataron de que al principio de la relación las parejas comparten más rasgos entre ellos que con personas al azar, por lo que se podría deducir que nos sentimos atraídos por gente que tiene unas características físicas similares a las nuestras.

Uno de los próximos proyectos de los investigadores es desmontar (o probar) otra vieja teoría extendida: que se puede adivinar el nombre de las personas solo con mirar las caras (aquello de «tienes cara de Carlos» o «te pega el nombre de Azucena»). «Somos excépticos», afirman los investigadores.