Esta noche no hay Luna y las estrellas caen del cielo

Por 12/12/2020 Portal

En ocasiones, el universo conspira a nuestro favor. La manida creencia de manual de autoayuda va a hacerse realidad este fin de semana, sin necesidad de autosugestión. Las noches del sábado y del domingo (12 y 13 de diciembre) serán el mejor momento para disfrutar de las Gemínidas, consideradas por muchos como la lluvia de estrellas más atractiva del año por su alta tasa de actividad (más de 100 meteoros por hora en la última década) y sus lentos destellos fáciles de «cazar». Pero es que además este año el espectáculo celeste coincidirá con Luna nueva, lo que facilitará mucho su observación. Con nuestro satélite natural desaparecido, el espectáculo está asegurado. Ahora solo falta que el tiempo acompañe y no se nos echa encima un telón de nubes.

Las Gemínidas, observadas por vez primera en 1862, están activas desde el 4 al 17 de diciembre. El máximo se producirá cerca de las dos de la madrugada del lunes, 14 de diciembre, pero serán las noches de este fin de semana los mejores momentos para seguirles la pista. La radiante de los meteoros, el lugar de donde parecen nacer, se sitúa en la constelación de Géminis (los Gemelos), cerca de la conocida constelación de Orión.

Desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), aconsejan fijar la mirada en una zona del cielo y mantenerla, al menos, durante unos minutos para poder «detectar» alguna Gemínida. Igualmente, recomiendan ubicarnos en un lugar oscuro, libre de la contaminación lumínica producida por las ciudades, con horizontes despejados. Allí uno puede tumbarse en el suelo, bien equipado con ropa de abrigo, y «tener paciencia».

Eclipse total de Sol
Las Gemínidas pueden observarse desde ambos hemisferios. Desde el hemisferio norte la actividad será mayor -debido a que el radiante estará a mayor altura sobre el horizonte-, pero los cielos australes también regalarán una gran cantidad de meteoros. Además, el lunes, los observadores situados en una estrecha franja de Chile y Argentina tendrán un segundo motivo para alzar la vista: durante aproximadamente dos minutos, podrán contemplar un eclipse total de Sol.

«Desde el año 2012 seguimos puntualmente a las Gemínidas desde el Observatorio del Teide y siempre nos han ofrecido un gran espectáculo. Este año, sin Luna, nadie debería perderse la lluvia», afirma Miquel Serra-Ricart (IAC). «Deberemos esperar a media noche para presenciar el momento de máxima actividad. Las Gemínidas, a diferencia de las Perseidas, son meteoros lentos y, por tanto, es más sencillo ‘cazarlos’. A pesar del frío, siempre debemos estar preparados para observar las Gemínidas, os aseguro que no os defraudarán», dice.

Como explican desde el IAC, las llamadas «estrellas fugaces» son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños (entre fracciones de milímetros hasta centímetros de diámetro) que generalmente los cometas dejan a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La nube de partículas resultante (meteoroides) es atravesada cada año por la Tierra. Durante este encuentro, los meteoroides se calientan al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos o «estrellas fugaces» que reciben el nombre científico de meteoros. Aquellos de mayor tamaño y que sobrevivan al rozamiento atmosférico podrían impactar con la superficie terrestre convirtiéndose en meteoritos.

Faetón, el destructor
Normalmente, las lluvias de estrellas son dejadas por cometas, pero las Gemínidas se atribuyen al asteroide (3200) Faetón, lo que resulta un misterio para los astrónomos. El equipo dirigido por Dave Jewitt, de la Universidad de California Los Angeles se dio cuenta, en 2010, de que Faetón experimentaba un aumento de intensidad en su brillo. Se trataba de algo nuevo que fue bautizado como «cometa rocoso», y que parecía un híbrido entre un asteroide y un cometa. Se trata de un asteroide que se acerca tanto al Sol -cada 1,4 años, de manera similar a como lo haría un cometa- que el calor emitido por nuestra estrella «quema» los residuos de polvo que cubren la superficie rocosa y forma una especie de «cola de grava».

«Faetón, con 4 o 5 km de diámetro, es un destructor total. Si chocara con la Tierra, produciría una catástrofe a nivel global que acabaría con especies, incluida probablemente la nuestra», explica Javier Licandro, del IAC. «Aun así, Faetón es un riesgo menor en la lista de los cuerpos potencialmente peligrosos -añade-. No obstante, tenemos que controlarlo porque las órbitas de estos pequeños asteroides que pasan tan cerca de la Tierra están afectadas por muchos efectos que pueden hacer que, en un futuro, pudiera derivar en una órbita de colisión». Esperemos que el universo no conspire contra nosotros de esa forma.

En directo desde los Observatorios de Canarias
Englobado en las Iniciativas de divulgación del proyecto europeo EELabs, el canal sky-live.tv retransmitirá en directo este domingo a las 23.30 hora peninsular española, la lluvia de estrellas desde el Observatorio del Teide (IAC, Tenerife, Islas Canarias) y desde el Observatorio del Roque de los Muchachos, gracias a la colaboración de MAGIC telescopes y Cherenkov Telescope Array Observatory/Large-Sized Telescope (LST-1).