La utilización de gemelos digitales (reproducciones exactas de objetos o entornos), inaugurada por la industria aeroespacial, es algo habitual en la ingeniería y la fabricación. Aunque el concepto no es nuevo, sus aplicaciones al mundo natural sí lo son. A pesar de ello, prometen revolucionar nuestro conocimiento de los océanos, los mares y las aguas, y convertirse en un punto de inflexión en nuestra capacidad de protegerlos y recuperarlos.