La crisis energética derivada del conflicto entre Rusia y Ucrania ha encendido todas las alarmas, sobre todo en Europa : muchas voces afirman que habrá consecuencias que van desde una posible recesión económica mundial a cortes de electricidad en muchos hogares. Con este panorama sobre la mesa, los laboratorios científicos tampoco se salvan. Ni siquiera los que están lejos del viejo continente. El Centro Europeo de Investigaciones Nucleares ( CERN ), ubicado en Ginebra (Suiza), ya acumula enormes facturas, ya que en sus entrañas alberga al Gran Colisionador de Hadrones ( LHC , por sus siglas en inglés), el acelerador de partículas más grande del mundo donde científicos de todo el mundo buscan respuestas que podrían llevar a una nueva física. Una máquina de 27 kilómetros de largo que necesita aproximadamente 1,3 teravatios hora en su pico de actividad (dato: la ciudad de Ginebra usa alrededor de 3 teravatios hora anual). Después de un cierre de dos años, donde se han acometido potentes actualizaciones, el LHC se reinició el pasado mes de julio . «Se espera que el coste total de la electricidad sea de unos 88,5 millones de francos suizos (90 millones de euros)», afirma para la revista ‘ Nature ‘ Joachim Mnich , director de investigación y computación del CERN. Y eso que el consejo de gobierno del CERN ha acordado reducir significativamente el consumo de energía de la instalación en 2022 y 2023 después de que Électricité de France (EDF), un proveedor de electricidad francés, pidiera al laboratorio que redujera la carga en su red. El consejo decidió adelantar la parada técnica anual de fin de año del laboratorio dos semanas, hasta el 28 de noviembre, y reducir las operaciones en un 20% en 2023, lo que se logrará principalmente cerrando cuatro semanas antes del próximo año, a mediados de noviembre. Las operaciones se reanudarán según lo planeado a fines de febrero, tanto en 2023 como en 2024. CERN también ha desarrollado planes con EDF para configuraciones de energía reducida, en caso de que el uso de energía deba limitarse aún más en los próximos meses. Por otro lado, se están tomando medidas de ahorro más modestas para reducir el uso general de energía en el campus del CERN, incluido apagar el alumbrado público por la noche y retrasar una semana el inicio de la calefacción del edificio. «Esto es algo que no hacemos principalmente para ahorrar dinero, sino como una señal de responsabilidad social», señala Mnich. Mnich espera que el adelanto del fin de la actividad del LHC no repercuta en la ciencia que derive de los experimentos, si bien los investigadores que tenían asignado tiempo en las instalaciones durante el periodo de las dos últimas semanas que ahora ha sido cancelado tendrán que esperar al año siguiente. Problemas en otras partes El sincrotrón de electrones alemán ( DESY ) en Hamburgo también se ha visto afectado por los altos precios. La instalación compra gran parte de su electricidad en tramos con hasta tres años de anticipación, para protegerse contra picos repentinos de precios, por lo que ya ha adquirido el 80% de sus necesidades energéticas para 2023, el 60% para 2024 y el 40% para 2025. Pero el laboratorio deberá tomar una decisión pronto sobre si comprar el 20% restante para el próximo año, explica en el artículo de ‘Nature’ Wim Leemans , director de la división de aceleradores. «A los precios actuales no podemos permitírnoslo», señala. DESY está en conversaciones con el gobierno alemán para buscar fondos adicionales para mantener las operaciones que están aportando a áreas clave tal y como el desarrollo de vacunas COVID-19, tecnología de baterías o energía solar. Pero sus responsables también se están preparando para lo peor: la próxima semana, realizarán pruebas para ver cómo una configuración de energía más baja en instrumentos como el láser de electrones libres de rayos X europeo y el sincrotrón PETRA III afectaría a los experimentos. Como último recurso, DESY también está considerando el parón momentáneo de las instalaciones. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Neandertales y sapiens coexistieron en el norte de España hasta 3.000 años noticia Si ¿Un chorro de energía a siete veces la velocidad de la luz? Pero fuera de Europa también están notando las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania. El Canadian Light Source (CLS) en Saskatoon ha acuciado la subida de los precios de la electricidad, y es posible que tengan que llevar a cabo reajustes en el presupuesto. Y aunque no noten directamente la crisis energética, sí lo harán de forma indirecta, ya que ante la limitación o el cierre de muchos instrumentos supondrá que los investigadores europeos intentarán utilizar otros similares ubicados en zonas menos afectadas.