La extraña alianza que permitió a las plantas poblar la Tierra

Primero llegaron las plantas, y después los animales que se alimentan de ellas. Hasta hace alrededor de 450 millones de años, todas las formas de vida de nuestro planeta vivían en el mar. La tierra firme no era más que un inmenso desierto, yermo y totalmente deshabitado. Sin embargo, justo en esa época sucedió algo que después permitiría a los primeros anfibios abandonar para siempre el agua: las plantas colonizaron la tierra, y ahora sabemos que lo hicieron gracias a una alianza con los hongos.

Como el resto de las formas de vida de nuestro planeta, las plantas surgieron en el mar. Y desde hace tiempo los científicos saben que no comenzaron a trasladarse a tierra firme hasta hace unos 450 millones de años. Ya en la década de 1980, un estudio de fósiles llevó a la hipótesis de que las plantas pudieron dar ese ‘salto’, adaptándose a un ambiente árido y totalmente nuevo, gracias a una asociación con los hongos. Y ahora eso se ha confirmado.

En una investigación recién aparecida en ‘Science’, en efecto, investigadores del Centro Nacional Francés de Investigación Científica y la Universidad de Toulouse III han conseguido por fin, después de 40 años, validar esa hipótesis. Y para lograrlo han utilizado una planta llamada Marchantia paleacea.

En el mundo existen dos tipos principales de plantas: las vasculares, que son las plantas ‘típicas’, con tallos y raíces (es decir, con un sistema vascular), y las briófitas, que no son vasculares y que incluyen musgos y agrimonia, un género de plantas herbáceas perennes y de las que Marchantia paleacea forma parte.

Pues bien, en esa planta en concreto los investigadores lograron identificar un gen que fue, según el estudio, el que la ayudó a relacionarse simbióticamente con los hongos, ya que permite compartir con ellos grasas y nutrientes. Después, y utilizando la técnica de edición de genes CRISPR, los científicos modificaron el gen y descubrieron que. después de esa alteración, la briofita ya no era capaz de relacionarse con sus antiguos ‘socios’.

Lo mismo ya se había demostrado previamente con plantas vasculares, pero el hecho de que los dos grandes grupos de plantas, totalmente diferentes entre sí, reaccionen de la misma forma ante el gen modificado significa que ambos grupos recibieron el rasgo de un antiguo antepasado común.

Reconstruyendo el árbol genealógico, los investigadores descubrieron que el antepasado que primero desarrolló esa capacidad de colaborar con los hongos fue, con toda probabilidad, una de las primeras plantas que se movió fuera del agua, lo que confirma la extraordinaria antigüedad de la relación entre plantas y hongos.

Después, con las plantas bien asentadas en tierra, los animales que se alimentaban de ellas no tuvieron más remedio que seguirlas y salir también del agua. Los primeros fueron los Tetrápodos, cuyos descendientes (entre ellos nosotros) se han diversificado desde entonces en decenas de miles de especies, poblando todo el planeta.