La NASA enviará su primer rover a la Luna en 2023

La NASA planea enviar su primer robot móvil a la Luna a fines de 2023 para buscar agua y otros recursos en la superficie y el subsuelo. El rover, llamado Viper (siglas de Volatiles Investigating Polar Exploration Rover y ‘víbora’ en inglés) recogerá datos en el polo sur lunar que ayudarán a la agencia a localizar todo aquello que algún día pueda ser útil a futuros exploradores humanos.

Viper, que forma parte del programa Artemis para regresar a la Luna, será además el primer vehículo lunar que lleve faros para ayudar a explorar las regiones de la Luna en sombra permanente. Estas áreas no han visto la luz del Sol en miles de millones de años y son algunos de los puntos más fríos del sistema solar. Al funcionar con energía solar, el rover se enfrentará al desafío de maniobrar rápidamente alrededor de los cambios extremos de luz y oscuridad en el Polo Sur lunar.

«Los datos de Viper tienen el potencial de ayudar a nuestros científicos a determinar ubicaciones precisas y concentraciones de hielo en la Luna y nos ayudarán a evaluar el medio ambiente y los recursos potenciales en el polo sur lunar en preparación para los astronautas de Artemis», resume Lori Glaze, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA en Washington. «Este es otro ejemplo más de cómo las misiones científicas robóticas y la exploración humana van de la mano, y por qué ambas son necesarias mientras nos preparamos para establecer una presencia sostenible en la Luna».

En concreto, el hielo de agua podría ser utilizado como aire respirable y propulsor de cohetes por futuros exploradores del espacio profundo. Si tiene éxito, el trabajo de este vehículo lunar podría ser el primer paso hacia la utilización de recursos en el entorno espacial, en lugar de sacarlos todos de la Tierra, lo que resultaría mucho más caro y menos sostenible.

Compañía privada
Será una compañía, Astrobotic, la encargada del lanzamiento, tránsito y entrega de Viper a la superficie lunar como parte de la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS), un programa de la NASA para contratar servicios de transporte capaces de enviar pequeños alunizadores robóticos y vehículos de exploración a nuestro satélite natural.

Viper viajará a bordo del módulo de aterrizaje lunar Griffin. Una vez en la Luna, explorará durante tres días lunares (100 días terrestres) los cráteres utilizando un conjunto especializado de ruedas y un sistema de suspensión para cubrir una variedad de pendientes y tipos de suelo. Además, llevará cuatro instrumentos: un taladro de percusión (Trident) y tres espectómetros (MSolo, Nirvss y NSS).

Las primeras versiones de estos instrumentos se probarán en la superficie lunar antes de la misión, lo que permitirá al equipo reducir el riesgo y determinar su rendimiento. Trident y Msolo viajarán a la Luna a finales de 2022 en un vuelo CLPS a bordo del experimento Prime-1 (Polar Resources Ice Mining Experiment), un taladro combinado con una herramienta para analizar los recursos recolectados debajo de la superficie lunar.

La NASA ha invertido 350 millones de euros en este rover de tamaño medio y el valor actual del contrato para que Astrobotic entregue Viper a la Luna es de aproximadamente 185 millones de euros.

Lo nunca visto
«Viper será el robot más capaz que la NASA haya enviado a la superficie lunar y nos permitirá explorar partes de la Luna que nunca hemos visto», afirma Sarah Noble, científica del programa en la sede de la NASA. «El rover nos enseñará sobre el origen y la distribución del agua en la Luna y nos preparará para recolectar recursos a 386.000 km de la Tierra que podrían usarse para enviar astronautas de manera segura incluso más lejos, incluido Marte».

El programa Artemis comprende el envío de robots y humanos a explorar la Luna como jamás lo hemos hecho. Cuando los astronautas regresen a la superficie lunar por primera vez desde 1972, seguirán las huellas de las ruedas de Viper y aterrizarán en el polo sur lunar. Esa misión incluirá a la primera mujer en la Luna. Ella será uno de los dos miembros de la tripulación que allanarán el camino para futuras misiones sostenibles llevadas a cabo por exploradores humanos en nuestro satélite.