La NASA recupera el contacto con la Voyager 2 después de ocho meses de silencio

Por 09/11/2020 Portal

Lleva 43 años en funcionamiento y aún sigue enciando información a la Tierra. Sin embargo, Voyager 2, la segunda nave humana en salir del Sistema Solar (el privilegio de ser la primera lo tiene su sonda hermana, la Voyager 2), se debe someter a actualizaciones periódicas para continuar su camino en el espacio interestelar. La última, relacionada con la antena de radio de 70 metros de anchosituada en Canberra (Australia), ha provocado el corte de la comunicación por radio durante ocho meses, si bien la NASA acaba de confirmar que el periodo de silencio ha acabado tres meses antes de lo esperado.

Un tiempo en el que la Voyager 2 ha volado sola, porque aunque ha seguido enviando información científica y del estado del sistema, no ha recibido órdenes hasta el pasado 29 de octubre, cuando un «hola» confirmó que le había llegado la llamada realizada desde la gigantesca antena australiana de una altura similar a la de un edificio de 20 pisos.

Componentes de hace más de 47 años
En concreto, se realizó una prueba de un nuevo hardware instalado recientemente la Deep Space Station 43 (DSS43), la única antena de la Tierra que puede enviar comandos a Voyager 2 y que es parte de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA, el grupo de antenas de radio distribuidas por todo el mundo (incluida España) que se utilizan para la comunicación con naves espaciales que operan más allá de la Luna. Entre las actualizaciones a DSS43 se encuentran dos nuevos transmisores de radio y, uno de ellos, que se usa para hablar con la Voyager 2, no ha sido reemplazado en más de 47 años. Los ingenieros también han mejorado los equipos de calefacción y refrigeración, los equipos de suministro de energía y otros componentes electrónicos necesarios para hacer funcionar los nuevos transmisores.

Trabajos de reparación de la antena DSS43

NASA
Sin embargo, esta primera «llamada» a la Voyager 2 ha sido una prueba antes de poner a pleno rendimiento la renovada antena, volverá a su trabajo completo en febrero de 2021. «Lo que hace que esta tarea sea única es que estamos trabajando en todos los niveles de la antena, desde el pedestal a nivel del suelo hasta los sistemas del centro del plato», explica en un comunicado
Brad Arnold, director del proyecto DSN en el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA, en el sur de California. «Esta comunicación de prueba con la Voyager 2 es la verificación de que las cosas van por buen camino con el trabajo que estamos haciendo».

El vuelo de la Voyager 2
Voyager 2, que se lanzó en 1977, se encuentra actualmente a más de 18.800 millones de kilómetros de la Tierra. Después de sobrevolar en 1989 Tritón -una de las lunas de Neptuno-, su trayectoria se colocó en una dirección descendente en relación con el plano orbital de nuestro planeta, donde solo se puede ver desde el hemisferio sur y, por lo tanto, solo se puede comunicar con la antena australiana. En cambio, su gemela Voyager 1, va más rápido y se encuentra en un camino diferente más allá de Saturno, lo que le permite comunicarse a través de antenas en las dos instalaciones DSN en el hemisferio norte.

DSS43 comenzó a operar en 1972 (cinco años antes del lanzamiento de la Voyager 2 y la Voyager 1) y tenía solo 64 metros de ancho en ese momento. Se amplió a 70 metros en 1987 y ha recibido una variedad de mejoras y reparaciones desde entonces. Pero los ingenieros que supervisan el trabajo actual afirman que este es uno de los cambios de imagen más importantes que ha recibido la antena.

Las reparaciones beneficiarán a otras misiones, incluido el rover Mars Perseverance, que tiene previsto su aterrizaje en Marte el próximo 18 de febrero de 2021. La red también desempeñará un papel fundamental en las misiones de exploración con astronautas de la Luna y, después, en el planeta rojo, asegurando el apoyo de comunicación y navegación para ambos.