La primera criatura del mundo con lengua de matasuegras

Por 10/11/2020 Portal

Un equipo internacional de investigadores, entre ellos varios españoles, ha descubierto en Birmania los fósiles de la que puede ser la primera criatura con lengua proyectable en la historia del planeta. Los ejemplares, exquisitamente conservados en ámbar, pertenecen a una nueva especie para la ciencia, Yaksha perettii, un pequeño anfibio de apenas 5 cm de longitud sin contar la cola que vivió hace 99 millones de años. Estos animales eran depredadores de emboscada, lo que implica que la proyección explosiva de la lengua, al estilo de un matasuegras, como mecanismo de caza es anterior a camaleones y salamandras.

El nombre de la nueva especie hace referencia a los «yaksha», unas criaturas míticas de la tradición birmana que custodiaban tesoros. «Nos los podemos imaginar como unos pequeños animales, algo rechonchos, correteando y escondiéndose en la hojarasca y saliendo ocasionalmente para cazar una mosca con su lengua», describe Susan Evans, profesora de morfología de vertebrados y paleontología en el University College London y coautora del estudio que publica la revista «Science».

Garras, escamas y cola
Los Yaksha perettii son albanerpetóntidos, un raro grupo de anfibios extintos que tenían garras, escamas y colas. Los «albis», como se les llama a menudo para abreviar, pertenecían a un linaje distinto al de las ranas, salamandras y cecilias actuales que apareció hace al menos 165 millones de años. El nuevo estudio descarta que fueran excavadores subterráneos, como se creía hasta ahora. Los fósiles –uno de ellos erróneamente identificado inicialmente como un camaleón ancestral– son los primeros «albis» descubiertos en la actual Birmania y los únicos conservados en ámbar.

Imagen de tomografía computarizada 3D del cráneo del espécimen adulto de Y. perettii.

Edward Stanley/Florida Museum of Natural History/ VGStudioMax3.4
Antes que el camaleón
Las piezas de ámbar fueron sometidas a una tomografía computarizada para obtener imágenes de gran resolución de la anatomía de los anfibios. De esta forma, los investigadores observaron incluso zonas de tejido blando, como la punta de la lengua y partes de los músculos de la mandíbula y los párpados. La lengua extensible fue la mayor sorpresa, ya que recuerda mucho a la de un camaleón.

La lengua del camaleón es uno de los músculos más rápidos del reino animal y, en algunas especies, puede dispararse de 0 a 100 km/h en una centésima de segundo. Alcanza esta velocidad gracias a un músculo acelerador especializado que, al contraerse, almacena energía y luego lanza su elástica lengua con un efecto de retroceso. Si efectivamente los primeros «albis» ya tenían esta lengua extensible, esta característica habría aparecido mucho antes que los primeros camaleones, que se supone vivieron hace unos 120 millones de años.

Ojos grandes
La revelación de que los «albis» tenían lenguas de proyectil ayuda a explicar algunas de sus características «extrañas y maravillosas», como las articulaciones inusuales de la mandíbula y el cuello y los ojos grandes que miran hacia adelante, una característica común de los depredadores. También podrían haber respirado a través de la piel, como hacen las salamandras.

«El extraordinario grado de preservación nos ha proporcionado nueva información útil para deducir el comportamiento de estos pequeños anfibios», explica Arnau Bolet, investigador ‘Juan de la Cierva’ del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) y que ha participado en los análisis realizados para la nueva especie. «Desafortunadamente, el grupo presenta especializaciones tan importantes que, incluso añadiendo la nueva información morfológica disponible, seguimos sin conseguir ubicarlos en un punto preciso respecto a sus relaciones de parentesco con otros anfibios», añade.

Viaje en balsa
El noroeste de Birmania era probablemente una isla hace 99 millones de años y posiblemente un remanente de Gondwana, la antigua masa continental del sur. Con dos excepciones en Marruecos, todas los demás albis fósiles se han encontrado en América del Norte, Europa y Asia oriental, que anteriormente formaban una masa continental del norte. Y. perettii pudo haber viajado en balsa a la isla desde Asia continental.

Con una distribución tan amplia, ¿por qué se extinguieron mientras las ranas, salamandras y cecilias todavía existen hoy? Los investigadores lo desconocen. Los «albis» sobrevivieron casi hasta el presente, hace unos 2 millones de años, posiblemente lo suficiente como para haberse cruzado con nuestros primeros parientes homínidos. «Los extrañamos. Sigo esperando que todavía estén vivos en alguna parte», reconoce Evans.