Los ojos de las abejas tienen al menos 430 millones de años de antigüedad

Por 15/08/2020 Portal

Los principios que rigen la visión de insectos y crustáceos actuales surgieron hace al menos 429 millones de años, mucho antes de que apareciera el primer mamífero sobre la Tierra o que se extinguieran los dinosaurios. Ésta es una de las conclusiones de un estudio publicado recientemente en «Scientific Reports», que ha revelado la estructura interna de un ojo fosilizado de trilobites, mostrando que es casi idéntica a la de los ojos compuestos de las abejas actuales.

Un grupo de investigadores, dirigido por Brigitte Schoenemann, empleó la microscopía digital para examinar un fósil de trilobites descubierto en 1846 en la República Checa. Se trata de un ejemplar de Aulacopleura koninckii de poco más de un centímetro de largo en el que se ha podido observar con gran detalle la estructura de sus ojos compuestos, en la parte posterior de su cabeza.

Los autores han detallado la disposición de varias estructuras similares a las de ojos compuestos de insectos y crustáceos actuales. Entre éstas destacan los omatidios, orgánulos de 35 micrómetros de diámetro (un micrómetro es la milésima parte de un milímetro) que contienen paquetes de células fotosensibles, dispuestas alrededor de un tubito transparente que recibe el nombre de rabdoma.

Después de observar su disposición, han propuesto que cada uno de estos omatidios estaba rodeado por una barrera de células pigmentadas. Los autores creen que encima de ellas había una gruesa lente y un cristalino plano, a través del que la luz pasaba para ser enfocado hacia el rabdoma.

Un ejemplar del trilobites «Aulacopleura konincki» Destacan sus dos ojos compuestos

Dwergenpaartje
Reconstruyendo la vida del trilobites
La naturaleza de estas estructuras, y en especial el diámetro de las lentes, les han llevado a sugerir que A. koninckii vivía en aguas superficiales y que probablemente estaba activo durante el día.

Las barreras de células pigmentadas indican que el trilobites tenía una visión en mosaico en el que cada unidad contribuía de la misma forma a construir una imagen, de forma similar a lo que ocurre en los ojos compuestos de insectos y crustáceos actuales.

Por tanto, los investigadores han concluido que sus hallazgos refuerzan la noción de que muchos ojos compuestos han permanecido inalterados desde el Paleozoico, un período geológico ocurrido entre los 542 y los 251 millones de años de antigüedad.