Nuevas imágenes de Valles Marineris, el cañón más inmenso del sistema solar

Por 08/01/2021 Portal

El río Colorado ha estado al menos cinco o seis millones de años horadando lo que conocemos como el Gran Cañón del Colorado, una impresionante depresión en el desierto de Arizona que fue revelando capas y capas de terreno formadas en los últimos 2.000 millones de años. Lenta pero inexorablemente, el agua ha creado un valle de 446 kilómetros de largo, 29 de ancho y de unos 1.850 metros de profundidad, que es un testimonio vivo y activo de la historia de la geología de nuestro planeta.

Pero no muy lejos, en la negrura del cielo estrellado, acecha la presencia de una formación tan inmensa que convierte al Gran Cañón en una pequeña anécdota geológica: se trata de Valles Marineris, el cañón más inmenso del sistema solar. Es una vasta y profunda red de abismos y paredes que recorre el ecuador del planeta Marte como si de una gigantesca cicatriz se tratase: mide unos 4.000 kilómetros de largo y ocupa un cuarto de la circunferencia del planeta. Es al menos diez veces más antiguo que el Gran Cañón, alcanza una anchura de hasta 200 kilómetros y una profundidad de siete.

Al igual que pasa en la Tierra, esta formación es un testimonio mudo de la historia geológica del planeta que lo ha visto crecer. Las evidencias sugieren que Valles Marineris no fue formado por el agua corriente, sino por procesos totalmente diferentes, y no del todo bien conocidos.

El perfil de Valles Marineris, un cañón de 4.000 kilómetros de largo. Su origen es desconocido, aunque se sospecha que es una fractura originada hace miles de millones de años, cuando el planeta se enfrió

NASA
Recientemente, la NASA ha publicado nuevas y espectaculares imágenes de Valles Marineris, cuyo estudio contribuye a retratar y comprender esta misteriosa formación.

Han sido recogidas por HiRISE, de «High Resolution Imaging Science Experiment» (experimento de ciencia de toma de imágenes de alta resolución), una cámara instalada a bordo de la MRO («Mars Reconnaissance Orbiter»). Este instrumento, operativo desde 2006, ha estado tomando imágenes de Marte con una resolución de un metro, en la longitud de onda del inrarrojo cercano y del rango óptico (es decir, la misma que el ojo humano), desde una altitud de 200 a 400 kilómetros.

La nueva imagen publicada por la NASA: En la zona de Tithonium Chasma, una parte de Valles Marineris, puede haber registradas evidencias de antiguos cambios climáticos de Marte

NASA/JPL/UArizona
En ese tiempo, la HiRISE ha estudiado la superficie de Marte y ha permitido observar canales, futuros lugares de aterrizaje, la composición de los minerales o la naturaleza de sustratos geológicos expuestos. HiRISE fue también clave en la detección de agua líquida estacional en la superficie del planeta rojo, allá por el año 2015.

En esta ocasión, la cámara centro su atención en Tithonium Chasma, una región de Valles Marineris caracterizada por la acumulación de sedimentos en líneas diagonales, con bandas más claras y otras más oscuras. Pues bien, los científicos trabajan ahora en estudiar los patrones que forman estos sedimentos porque creen que es posible que tengan registrados antiguos cambios en la inclinación del eje de rotación del planeta.

Hoy el eje de Marte tiene una inclinación de 25 grados pero en el pasado puso oscilar hasta 50 grados, a causa de la influencia de la gravedad de otros planetas (en la Tierra no ocurrió esto, gracias a la influencia de la Luna), cambiando el clima de formas impredecibles e influyendo en los ciclos de fusión y congelación del hielo marciano. Esto pudo quedar registrado en los sedimentos, y por eso los investigadores lo analizan en las lejanas laderas de Valles Marineris.

El origen de la gran cicatriz marciana
Aparte de esto, el origen de esta formación es todo un enigma. La explicación que mejor encaja con lo observado en Marte es que Valles Marineris sea una inmensa fractura en la corteza del planeta. Una que, probablemente, se abrió hace miles de millones de años, después de un evento realmente cataclísmico.

Estos sucesos ocurrieron hace más de 3.000 millones de años, cuando se formó el inmenso abombamiento de Tharsis, una gran elevación de la corteza en el ecuador del planeta, originado gracias a un periodo de actividad volcánica que duró cientos de millones de años.

En varios puntos, una lava muy fluida comenzó a brotar lentamente del terreno, creando gigantescos volcanes con muy suaves laderas. Uno de ellos es Olympus Mons, un volcán de 25 kilómetros de alto y 600 de largo, que tiene el honor de ser el mayor volcán del sistema solar.

Extensión del Monte Olimpo, el mayor volcán de Marte y del sistema solar

JdeVelasco
La salida del magma del subsuelo pudo provocar que la corteza, elevada en la región de Tharsis, no lograra sostener y acabará hundiéndose, después de estirarse y fracturarse, creando lo que hoy conocemos como Valles Marineris.

A continuación, los rastros encontrados allí, sugieren que hubo deslizamientos de tierra, nuevas corrientes de lava y hasta ríos erosionando algunos cañones, al este de Valles Marineris.

En el desierto de Arizona, el agua ha ido erosionando el terreno y desvelando la historia de la Tierra, capa a capa. En Marte, Valles Marineris recuerda que en el pasado su interior estaba caliente y que sufrió un largo periodo de actividad volcánica que cambió la superficie del planeta para siempre.

Mientras que en nuestro planeta el núcleo mueve la corteza constantemente y genera un campo magnético que protege la atmósfera de la radiación solar, en Marte el interior se ha enfriado y solidificado, y la corteza se ha endurecido. La gravedad marciana, inferior a la terrestre, y la radiación solar, dejaron que la atmósfera se desgastara, convirtiendo a un planeta quizás húmedo y cálido en un lugar yermo e inhóspito.