Por qué la pantalla facial no evita la propagación del covid-19

Por 01/09/2020 Portal

Lo hemos oído numerosas veces. Las pantallas protectoras faciales no son seguras por sí solas para evitar la propagación del covid-19. No están cerradas, así que por debajo podrían escaparse algunas de las pequeñas gotas que expulsamos al toser, estornudar o simplemente al hablar. Sin embargo, se siguen viendo por la calle e incluso se venden con motivos infantiles porque pueden resultar más cómodas. Así que si por alguna razón está tentado a adquirir esta alternativa a las mascarillas regulares, aquí está un grupo de físicos estadounidenses para demostrar qué ocurre cuando las usamos como única barrera.

Los investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la Florida Atlantic University utilizaron una lámina de luz láser y una mezcla de agua destilada y glicerina para generar la niebla que compone el contenido de un chorro de tos. Visualizaron las gotas expulsadas de la boca de un maniquí mientras simulaban toser y estornudar. Al colocar un protector facial de plástico y una máscara con válvula (otro sistema de protección no recomendable), pudieron trazar el camino de las gotas.

Una gran cantidad de gotas pasan a través de una mascarilla con válvula sin filtrar y sin obstáculos

Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la Florida Atlantic University
Extendidas en un área grande
Los resultados del estudio muestran que, aunque los protectores faciales bloquean el movimiento inicial del chorro hacia adelante, las gotas expulsadas se mueven alrededor de la visera transparente con relativa facilidad y se extienden sobre un área grande dependiendo de ligeras perturbaciones ambientales. «Con el tiempo, estas gotas pueden dispersarse en un área amplia en direcciones tanto lateral como longitudinal, aunque con una concentración de gotas decreciente», señala Manhar Dhanak, coautor del estudio. De igual manera, las visualizaciones de una máscara facial equipada con un puerto de exhalación indican que una gran cantidad de gotas pasan sin filtrar a través de la válvula, lo que reduce significativamente su eficacia.

Para demostrar el rendimiento del protector facial, los investigadores utilizaron una hoja láser horizontal además de una hoja láser vertical que revela cómo las gotas cruzan el plano horizontal. Los investigadores no solo observaron la propagación hacia adelante de las gotas, sino que también encontraron que estas se propagan igualmente en la dirección inversa. En particular, los protectores faciales impiden el movimiento hacia adelante de las gotas exhaladas hasta cierto punto, y las máscaras con válvulas lo hacen incluso en menor medida. Sin embargo, una vez liberadas al medio ambiente, las gotitas del tamaño de un aerosol se dispersan con facilidad.

De la mascarilla con clasificación N-95 (con válvula) utilizada en este estudio escapó una pequeña cantidad de gotitas exhaladas del espacio entre la parte superior de la mascarilla y el puente de la nariz. Además, el puerto de exhalación redujo significativamente la eficacia de la mascarilla, ya que una gran cantidad de gotas pasaban a través de la válvula sin filtrar y sin obstáculos.

Los investigadores insisten en que su estudio demuestra que los protectores faciales y las mascarillas con válvulas de exhalación pueden no ser tan efectivos como las mascarillas faciales normales para restringir la propagación de gotitas en aerosol. A pesar de la mayor comodidad que ofrecen estas alternativas, dicen que puede ser preferible usar máscaras quirúrgicas o de tela de alta calidad bien fabricadas que sean de diseño simple, en lugar de protectores faciales y máscaras equipadas con válvulas de exhalación. La adopción pública generalizada de las alternativas, en lugar de las máscaras regulares, podría tener un efecto adverso en los esfuerzos de mitigación en curso contra el covid-19.