Por qué los meteorólogos clavaron la llegada de Filomena y les cuesta tanto acertar en Semana Santa

Por 11/01/2021 Portal

Con prácticamente una semana de antelación, los modelos numéricos de previsión atmosférica que maneja la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya indicaban que algo raro y de gran impacto se iba a producir en España. Y se cumplió. Filomena ha sido la borrasca invernal perfecta, con importantes nevadas en zonas poco habituales que han colapsado buena parte de España, con cientos de carreteras afectadas, el aeropuerto de Barajas cerrado y la ciudad de Madrid clamando por ser considerada zona catastrófica.

«Las predicciones meteorológicas han sido muy buenas», afirma Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored. Para hacer sus avisos, los predictores utilizan una serie de herramientas, unos modelos numéricos que luego han de interpretarse. Aemet emplea los que Martín considera «los mejores del mundo», los del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, una organización intergubernamental independiente con sede en Reading, Inglaterra. Sus cálculos permiten conocer la llegada de fenómenos atmosféricos adversos con cinco o siete días de antelación. «En el caso de las nevadas, determinaron su singularidad, su rareza y el grado de adversidad. En palabras llanas, que algo gordo iba a venir. Y los meteorólogos supieron reflejarlo», explica el coordinador de la Revista de Aficionados a la Meteorología (RAM) y exfuncionario de Aemet.

«Esto iba en serio»
Estos modelos numéricos reproducen el comportamiento de la atmósfera en el futuro. Son ecuaciones matemáticas que pueden decir el tiempo de mañana e incluso a quince días vista gracias a un compendio de observaciones de superficie y de satélites que un superordenador opera en base a leyes atmosféricas. Junto al europeo hay otros modelos, como el americano Global Forecast System (GFS), y cada país dispone del suyo. El español se llama Harmonie.

«Por lo general, cada predictor confía en uno u otro modelo o hace una media o ponderación de todos», señala Martín. Se diferencian en la cantidad de observaciones que acumulan y en la rapidez con la que obtienen los datos. «Pero fue el europeo el que clavó la nevada. Cuando vimos las previsiones nos quedamos asombrados, pero día a día iba diciendo lo mismo y nos dimos cuenta de que esto iba en serio», asegura.

Un acierto pleno del que no siempre pueden presumir los meteorólogos. «Filomena supone una gran estructura atmosférica con un alto grado de previsibilidad», aclara Martín. Sin embargo, no pasa lo mismo en Semana Santa, cuando tantas veces nos acordamos del «hombre o la mujer del tiempo» durante las vacaciones. «Es más fácil predecir estructuras grandes como las borrascas que tormentas pequeñas de primavera que te pueden fastidiar la salida de un paso en Sevilla y la repercusión es enorme», explica.

Fuerte impacto
El meteorólogo está orgulloso del trabajo de sus colegas para predecir la llegada de Filomena, por lo que, señala, si los autobuses se quedaron parados en medio de la calle y los conductores bloqueados durante largas horas en mitad de las vías de circunvalación no fue por falta de aviso a las autoridades. «Aemet dio con suficente antelación el grado máximo de aviso por nevadas en Madrid y la zona centro. Alertaron de nevadas superiores a 20 cm para el viernes 8 y el sábado 9. Eso supone un fuerte impacto para una ciudad tan vulnerable como Madrid, por su densidad de población y su movilidad», señala. A su juicio, deberíamos reaccionar como ocurre en Cuba o EE.UU. ante la llegada de un huracán, donde todo el mundo se moviliza antes del desastre. «Y no es que en España no haya antecedentes. En la Comunidad Valenciana conocen muy bien las danas y el año pasado tuvimos la borrasca «Gloria», pero cerrar 24 horas antes la comunidad de Madrid es algo muy sensible. Es la historia que se repite», lamenta.

Para los próximos días, Martín advierte de que el termómetro se desplomará. «El modelo se ha ido suavizando, pero hará un frío intenso por el que las temperaturas bajarán hasta a -8ºC en Madrid y en zonas como Cuenca, Soria o Guadalajara podrían alcanzar mínimas de -20ºC».