Un novedoso estudio sobre estrés adolescente propone un nuevo método para afrontarlo: optimizarlo en lugar de evitarlo

Son tiempos convulsos los de la adolescencia. Llenos de cambios físicos, psicológicos y adaptativos, expectativas al alza y gran estrés social. Es “un período crucial”, dice la Organización Mundial de la Salud, para el desarrollo de hábitos sociales y emocionales importantes para el bienestar mental. No en vano, la mitad de los problemas de salud mental brotan en esta etapa de la vida. La prevención, en mayúsculas, se ha convertido en una urgencia e inspira a la comunidad científica hasta para darle la vuelta a uno de los grandes factores de riesgo de la mala salud mental: el estrés. Un estudio publicado hoy en la revista Nature con más de 4.000 adolescentes afronta esta amenaza en los jóvenes y propone, a través de una intervención online de apenas 30 minutos, una especie de cambio de chip sobre el significado del estrés: nada mejor para protegerte de él que tolerarlo, entender qué le sucede al organismo cuando suben los niveles de estrés y convertirlo en algo positivo para mejorar el aprendizaje y la gestión de estas situaciones.

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