Un raro meteorito puede tener la clave del origen del agua en la Tierra

Por 27/08/2020 Portal

El agua es un pilar básico en la existencia de vida; no en vano, el 71% de la superficie está cubierta de este líquido elemento. Sin embargo, según los modelos de formación del Sistema Solar, la Tierra debería estar seca: estaba demasiado cerca del Sol. Aún así, los vastos océanos o la atmósfera húmeda de nuestro planeta azul desafían esta teoría, convirtiendo nuestro mundo en único entre los otros mundos rocosos del Sistema Solar interior. Es por ello que la pregunta de cómo llegó en primer lugar a la Tierra aún genera una fuerte controversia en el seno de la comunidad científica: ¿estaba aquí desde el principio o llegó a bordo de un cometa o un asteroide? Un nuevo estudio publicado en la revista «Science» viene a inclinar la balanza a favor de la primera teoría: la Tierra siempre fue húmeda.

Investigadores del Centre de Recherches Petrographiques et Geochimiques (CRPG, CNRS/Universidad de Lorraine) en Nancy, Francia, determinaron que un tipo de meteorito llamado condrita de enstatita, y que podría ser el material a partir del cual se originó nuestro planeta, contiene suficiente hidrógeno para rellenar al menos tres veces la cantidad de agua que existe en los océanos de la Tierra. Aunque probablemente sea capaz de albergar mucho más.

«Nuestro descubrimiento muestra que los bloques de construcción de la Tierra podrían haber contribuido significativamente al agua en nuestro planeta», afirma la autora principal Laurette Piani, investigadora de CPRG. «El material que contiene hidrógeno estaba presente en el Sistema Solar interior en el momento de la formación del planeta rocoso, a pesar de que las temperaturas eran demasiado altas para que el agua se condensara».

El error de creerlas «secas»
Las condritas de enstatita están compuestas por completo de material del Sistema Solar interior; de hecho, se piensa que este tipo de raro meteorito -del que solo se han encontrado 24 muestras- se originaron por dentro de la órbita de Mercurio. Es decir, muy cerca del Sol. Las principales teorías apuntan a que se trata de parte de los «ladrillos» que formaron los planetas rocosos de nuestro vecindario cósmico, incluida la Tierra. Pero al estar tan cerca de nuestra estrella, se daba por hecho de que se trataba de un
a roca «seca», ya que las temperaturas habrían sido demasiado altas para que el agua se condensase y se juntase con otros sólidos durante la formación del planeta.

Sin embargo, en su interior estos meteoritos guardaban una sorpresa. «La parte más interesante del descubrimiento para mí es que las condritas de enstatita, que se creía que eran casi ‘secas’, contienen una inesperada alta abundancia de agua», afirma Lionel Vacher, investigador postdoctoral en física en Artes y Ciencias de la Universidad de Washington, aunque anteriormente preparo su doctorado en la Université de Lorraine, participando en esta investigación.

Similitud de material isotópico
Para estudiar materiales extraterrestres, como los meteoritos caídos a la Tierra, se analiza la presencia de determinados isótopos como una firma distintiva que permite conocer de dónde proceden. Y, aunque las condritas -que tienen diferentes subtipos- sean raras, su similitud isotópica con la Tierra las hace particularmente atractivas. Se sabía que las condritas de enstatita tienen isótopos de oxígeno, titanio y calcio similares a los de nuestro planeta; pero ahora estos nuevos análisis revelan que también sus isótopos de hidrógeno y nitrógeno son iguales a los nuestros.

«Si las condritas de enstatita fueran, efectivamente, los componentes básicos de nuestro planeta, como lo sugieren fuertemente sus composiciones isotópicas, este resultado implica que estos tipos de condritas suministraron suficiente agua a la Tierra para explicar el origen del agua en nuestro planeta, ¡lo cual es asombroso!», apunta Vacher.

Además, el agua no sería el único elemento básico que proporcionaron a nuestro planeta. El documento también propone que una gran cantidad del nitrógeno atmosférico, el componente más abundante de la atmósfera de la Tierra, podría provenir de las condritas de enstatita.

Eliminando viejas creencias
«Solo existen unas pocas condritas de

enstatita prístinas: las que no fueron alteradas ni en el asteroide que las transportaba ni en la Tierra -dice Piani-. En nuestro estudio, hemos seleccionado cuidadosamente los meteoritos de condrita enstatita aplicando un procedimiento analítico especial para evitar contaminación debido a la entrada de agua terrestre en las muestras». Concretamente, gracias a la combinación de dos técnicas analíticas, la espectrometría de masas convencional y la espectrometría de masas de iones secundarios (SIMS), permitió a los investigadores medir con precisión el contenido y la composición de las pequeñas cantidades de agua en los meteoritos.

Antes de este estudio, «se asumía que estas condritas se formaban cerca del Sol», dijo Piani, por lo que «las condritas de enstatita se consideraban comúnmente ‘secas’. Esta suposición que se reafirma con frecuencia probablemente haya impedido que se realicen análisis exhaustivos para el hidrógeno». Una prueba de que mirar desde otro ángulo puede proporcionar un punto de vista revolucionario.