Cada mañana las noticias en América Latina dedican unos minutos para repasar las muertes que han dejado los accidentes en carretera del día anterior. Miles de personas fallecen cada año en la región a causa de políticas pobres de urbanización, rutas mal diseñadas y comportamientos inseguros al volante. Un reciente estudio publicado en The Lancet Planetary Health, que recopila los datos del tráfico de 366 ciudades en 10 países del continente, apunta a que aquellas urbes con una mayor densidad poblacional, con más áreas de desarrollo urbano, un PIB más alto y sistemas de transporte masivo, como el autobús o la ferrovía, tienen tasas de mortalidad en carreteras más bajas. Mientras, las poblaciones aisladas, más alejadas de esas características, concentran las cifras más altas.