Nuestros antepasados de la Edad de Piedra se reunían alrededor del fuego dentro de las cuevas para comer, intercambiar historias y socializar. Pero quizás la experiencia fuera más allá. Una nueva investigación sugiere que esos primitivos cazadores-recolectores podían disfrutar de imágenes animadas gracias a los efectos visuales provocados por las llamas sobre el arte rupestre. La luz parpadeante podía crear la ilusión de que caballos o bisontes corrían por las rocas colocadas a propósito junto a la lumbre.
Los arqueólogos estudiaron unas losas con figuras de animales grabados descubiertas en el siglo XIX en la cueva de Montastruc, en Francia, y que ahora se conservan en el Museo Británico. Los grabados, de 15.000 años de antigüedad, representan animales tanto naturalistas… See more