Hace alrededor de 450.000 años, en pleno Pleistoceno Medio y mucho antes de la existencia de los primeros Homo sapiens , los humanos arcaicos podrían haber encontrado la forma de navegar por el Mediterráneo en busca de nuevas tierras. Esa es la extraordinaria conclusión de un estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad griega de Patras y capitaneado por Georgios Ferentinos . El trabajo se acaba de publicar en ‘ Quaternary International ‘. La idea parte del hallazgo de artefactos muy antiguos, muy anteriores a la aparición de nuestra propia especie, en las que hoy conocemos com o Islas del Egeo . Según explican los científicos, que han llevado a cabo un detallado análisis de las costas de la región hace medio millón de años, no existe ‘ninguna otra forma’ de que estos antiguos homínidos hubieran podido llegar hasta allí. El estudio, por lo tanto, sugiere que estos antiguos humanos debieron haber encontrado una forma eficaz de atravesar grandes masas de agua. Hasta ahora se pensaba que las antiguas migraciones humanas dependían en gran medida de la existencia de ‘ puentes terrestres ‘ que, hace decenas de miles de años, comunicaban regiones hoy divididas por el mar. Pero si esa dependencia no existió, las ideas que tenemos sobre cómo los humanos se extendieron por el mundo quedarían obsoletas de repente, abriendo paso a un nuevo e inesperado escenario migratorio. Con todo, la cuestión de cuándo exactamente comenzaron los homínidos a navegar es difícil de responder. A lo largo de la historia, los barcos tienden a estar hechos de madera, un material que a menudo no sobrevive a los estragos del tiempo, especialmente si se trata de decenas de miles, o de cientos de miles de años. Así que no hay esperanza alguna de recuperar un registro directo de las primeras embarcaciones capaces de cruzar los mares. Artefactos reveladores En lugar de eso, lo que sí tenemos es un buen registro de artefactos de piedra y huesos fosilizados, y también herramientas de análisis que nos permiten reconstruir la forma en que el mundo ha ido cambiado a lo largo de los milenios. Y fue así, analizando esos restos capaces de desafiar el paso del tiempo como Ferentinos y su equipo llegaron a sus extraordinarias conclusiones. En la actualidad, las islas del Egeo se consideran uno de los lugares más bellos del planeta. Se trata de cientos de islas que forman un archipiélago que se extiende por el Mar Egeo entre Turquía, Grecia y Creta . Y muchas de ellas han estado habitadas desde tiempos inmemoriales. De hecho, existen artefactos cuya antigüedad se remonta a 476.000 años. Las herramientas, halladas en islas como Lesbos, Milos o Naxos , se han relacionado con el estilo ‘achelense’, desarrollado en África y Asia hace 1,76 millones de años, probablemente por Homo erectus. Herramientas similares, de hace 1,2 millones de años han aparecido también en Turquía, Grecia y Creta, por lo que su presencia en el cercano archipiélago tiene, para los investigadores, todo el sentido. No cruzaron a pie Estudios anteriores habían determinado que aquellos humanos primitivos llegaron a las islas a pie, aprovechando las glaciaciones. Cuando el mundo se congela, en efecto, el nivel del mar baja y es posible cruzar andando por lugares que, en épocas más templadas, están cubiertos de agua. Pero Ferentinos y sus colegas no están de acuerdo con esa hipótesis. De modo que reconstruyeron minuciosamente la geografía de toda la región, incluidas las costas continentales que hace 450.000 años rodeaban a las islas del Egeo. Para ello, estudiaron antiguos deltas de ríos, que pueden usarse para inferir el nivel del mar y las tasas de hundimiento del terreno, impulsado por la actividad tectónica. Lo que hallaron es que las reconstrucciones que se habían hecho anteriormente eran incorrectas. Por ejemplo, en su punto más bajo durante los últimos 450.000 años, el nivel del mar estaba aproximadamente 225 metros por debajo que en la actualidad. Lo cual significa que, si bien algunas de las islas del Egeo pudieron estar conectadas entre sí cuando los niveles del mar eran más bajos, durante el medio millón de años estudiado todas ellas permanecieron constantemente aisladas de las masas terrestres circundantes. Incluso en el punto donde el nivel del mar fue más bajo, aún había que atravesar varios kilómetros de aguas abiertas para llegar, desde el continente, a la isla más cercana. Otros estudios ya habían sugerido que éste no fue el primer cruce marítimo, ya que existe evidencia de que, en algún momento entre hace 700.000 y un millón de años, los humanos arcaicos ya eran capaces de desplazarse por mar alrededor de Indonesia y Filipinas. Si sumamos ahora el hallazgo de Ferentinos y su equipo, la conclusión es clara: Viajar por mar no fue una habilidad desarrollada por Homo sapiens, sino por los homínidos que les precedieron. «Además -escriben los investigadores- teniendo en cuenta que los humanos arcaicos podían cruzar el mar Egeo, también habrían sido capaces de cruzar el estrecho de Gibraltar». «Todo lo anterior reza el artículo- nos permite revisar la idea generalmente aceptada sobre el poblamiento del suroeste de Europa desde la península del Sinaí y el paso de las llanuras orientales a través de la zona costera de Anatolia y el puente terrestre del Bósforo a mediados y finales del Pleistoceno medio, basado en el consenso de que las habilidades cognitivas para cruzar el mar estaban restringidas a los humanos anatómicamente modernos». 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