Una extraña señal de radio revela un exoplaneta con un campo magnético como el de la Tierra

Aquí, en nuestro mundo, el campo magnético es un escudo natural que nos protege de la radiación que nos llega del espacio, especialmente la que procede del Sol. Sin esa defensa natural hace mucho que las partículas solares habrían desgastado nuestra atmósfera, de modo que la vida en la Tierra no existiría, o por lo menos no con la riqueza y variedad que conocemos. Otros cuerpos en nuestro propio Sistema Solar también tienen campos magnéticos, pero ¿qué pasa con los planetas similares a la Tierra alrededor de otras estrellas? Sebastian Pineda y Jackie Villadsen, de las universidades de Colorado Boulder y Lewisburg, respectivamente, podrían haber hallado una respuesta. En un artículo publicado hace apenas unos días en ‘Nature Astronomy’, los investigadores han anunciado, por primera vez en un planeta extrasolar, el hallazgo de un potente campo magnético. El afortunado ‘propietario’ es YZ Ceti b , un mundo rocoso y parecido a la Tierra que orbita una estrella a 12 años luz de distancia. «El que un planeta sobreviva con una atmósfera o no -explica Pineda-, puede depender de si el planeta tiene un fuerte campo magnético o no». YZ Ceti b, sin embargo, no reúne las condiciones necesarias para la vida, ya que se encuentra demasiado cerca de su estrella. En concreto, Pineda y Villadsen observaron una serie de intrigantes señales de radio que se repetían una y otra vez y que parecían surgir de la propia estrella YZ Ceti . «Estamos viendo algo que nadie había visto antes», -dice por su parte Villadsen. «Observamos el estallido inicial y se veía hermoso -añade Pineda-. Cuando lo volvimos a ver, fue un indicativo de que, bueno, tal vez realmente tengamos algo aquí». Noticia Relacionada estandar Si Descubren, cerca de la Tierra, un planeta que parece capaz de albergar vida José Manuel Nieves A solo 31 años luz de distancia, el nuevo mundo se suma a la corta lista de exoplanetas ‘prometedores’ para la búsqueda de vida extraterrestre Una detección difícil Según el estudio, las ondas estelares detectadas se originaron por las interacciones entre el campo magnético del exoplaneta y la estrella a la que orbita. Sin embargo, para que tales ondas de radio sean detectables a largas distancias, deben ser muy fuertes. Si bien los campos magnéticos se habían detectado previamente en exoplanetas muy masivos, del tamaño de Júpiter, hacerlo para un exoplaneta comparativamente pequeño, del tamaño de la Tierra, requiere una técnica diferente y bastante más compleja. Dado que los campos magnéticos son invisibles, es difícil determinar si un planeta distante realmente tiene uno, explica Villadsen. «Lo que estamos haciendo -dice- es tratar de encontrar una forma de verlos. Buscamos planetas que estén muy cerca de sus estrellas y que tengan un tamaño similar al de la Tierra. Aunque estos planetas están demasiado cerca de sus estrellas como para albergar vida pueden, sin embargo, revelar la presencia de sus campos magnéticos». Si el planeta tiene un campo magnético y atraviesa suficiente material estelar -explica Villadsen-, hará que la estrella emita brillantes ondas de radio». Por eso, la pequeña enana roja YZ Ceti y su por ahora único exoplaneta conocido, YZ Ceti b, forman una pareja ideal para esta clase de estudios. El exoplaneta está tan cerca de la estrella que completa una órbita en sólo dos días. (En comparación, la órbita planetaria más corta de nuestro Sistema Solar es la de Mercurio, con 88 días). A medida que el plasma de YZ Ceti es empujado por la magnetosfera del planeta, interactúa con el campo magnético de la estrella misma, lo que genera ondas de radio lo suficientemente fuertes para ser observadas en la Tierra. Después, y a partir de la fuerza de esas ondas de radio, se puede deducir también la intensidad del campo magnético del planeta. Valiosa información «Todo esto -dice Pineda- nos brinda nueva información sobre las condiciones ambientales alrededor de las estrellas. Es lo que llamamos ‘clima espacial extrasolar’». Esencialmente, las ondas de radio observadas por el equipo eran una aurora en la estrella creada por las interacciones con el propio planeta. «Si realmente tiene su propia atmósfera -añade Pineda- también debería haber una aurora en el planeta». Ambos investigadores, sin embargo, están de acuerdo en que, si bien YZ Ceti b es el mejor candidato hasta ahora para un exoplaneta rocoso con un campo magnético, no es aún un caso cerrado. «Esto realmente podría ser plausible -dice Villadsen-. Pero creo que hay aún pendiente mucho trabajo de seguimiento antes de que salga una confirmación realmente fuerte de ondas de radio causadas por un planeta». MÁS INFORMACIÓN noticia Si Nicolas Altobelli, científico planetario: «Ningún ser vivo de la Tierra puede atravesar los 100 km de hielo de Ganímedes» noticia Si Cuenta atrás para la conquista de las lunas de Júpiter «Hay muchas instalaciones de radio nuevas que se están poniendo en marcha y planificadas para el futuro -añade Pineda-. Una vez que demostremos que esto realmente está sucediendo, podremos hacerlo de manera más sistemática. Estamos solo al principio».