Como gran parte de la medicina, la que trata la reproducción tiene mucho de lucha contra el paso del tiempo. En los últimos 30 años, se han multiplicado las tasas de éxito de la fecundación in vitro, pero los cambios sociales amenazan con superar el progreso tecnológico. Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2020, con las técnicas más empleadas, un 35,5% de los intentos llegó a parto en mujeres de menos de 35 años, un 25,3% para las de entre 35 y 39 y un 11,8% cuando la mujer superaba los 40, una edad a la que cada vez más parejas quieren tener hijos. Pese a la prolongación de la esperanza de vida, la programación de los años de fertilidad parece prácticamente inamovible.