La relativa abundancia del litio es una de las razones que hace pensar a los físicos que el universo surgió de una gran explosión, el Big Bang, hace 13.800 millones de años. El átomo de litio es el elemento metálico más pequeño y se creó en el Big Bang junto con el hidrógeno y el helio. En parte debido a su tamaño, el litio se ha convertido en un elemento clave en la transición energética. Las baterías de ion de litio son las que logran mayor capacidad energética, y por eso se usan en los vehículos eléctricos, dispositivos electrónicos, aplicaciones aeroespaciales (el Boeing 787, drones militares, satélites), etc. Actualmente, los vehículos eléctricos más vendidos en Europa, los Teslas Y y 3, y el Volkswagen ID.4 usan baterías de ion de litio. El aumento de vehículos eléctricos (en Europa, Alemania es el mayor mercado y productor) será responsable de más del 90 % de la demanda de litio para 2030, según Benchmark Mineral Intelligence. Se espera que la demanda de litio se dispare, su precio ha aumentado hasta un 600% durante el año pasado. Asegurar el suministro de litio se está convertido en la versión moderna de la geopolítica del petróleo.