El cambio de un único aminoácido en una única proteína, la TKTL1, podría haber dado a los humanos modernos una decisiva ventaja sobre sus contemporáneos, los neandertales, al permitir la formación de un mayor número de neuronas en el neocórtex cerebral. Esa es la extraordinaria conclusión a la que ha llegado un extenso equipo internacional de investigadores, dirigido por Anneline Pinson, del Instituto Max Planck de Biología Molecular Celular y Genética, y en el que han colaborado, entre otros, Svante Paäbo, que en 2010 consiguió junto a su equipo secuenciar por primera vez el genoma de un neandertal . Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP Según los investigadores, este pequeño cambio genético contribuyó de forma decisiva a las diferencias cognitivas entre los primeros humanos de nuestra especie y otras variantes humanas que terminaron por extinguirse. El estudio se publica hoy en la revista ‘Science’.