Sirio, Vega, Arturo, Canopo y quizá dos de las tres que forman la constelación Alfa Centauri. Esas serán las únicas estrellas que verán la mayoría de los habitantes de las ciudades del hemisferio norte antes de que acabe este siglo. Al menos, esos son los cálculos que hacen los científicos que, con la ayuda de miles de personas que miran al cielo cada noche, han medido el brillo nocturno generado por las luces artificiales: no ha dejado de aumentar en la última década hasta oscurecer la cúpula celeste.