Explican, por primera vez, por qué las galaxias tienen formas tan distintas

Más de un siglo de observación sistemática del cielo ha permitido a los astrónomos darse cuenta de que las galaxias , enormes conjuntos de estrellas que normalmente (aunque no siempre) giran alrededor de un gran agujero negro central, presentan una inesperada, e inexplicable, variedad de formas. Ya en 1926, Edwin Hubble las clasificó en elípticas, lenticulares, espirales, espirales barradas, espirales intermedias e irregulares. En años sucesivos, y a medida que la tecnología avanzaba, se fueron añadiendo más y más formas a la lista, algunas de ellas ‘intermedias’, a caballo entre algunos de los tipos anteriores, y otras nuevas, como las galaxias anilladas. ¿Pero qué es lo que lleva a una galaxia a adoptar una forma concreta, ignorando todas las demás? Durante décadas, investigadores de los cinco continentes han tratado, sin éxito, de responder a esta pregunta. Y ahora, ayudados por un sistema de Inteligencia Artificial , un equipo de astrónomos del Centro Internacional para la Investigación de Radio Astronomía (ICRAR) parece haber hallado la respuesta. El trabajo se acaba de publicar en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society . En la década de 1970, ya se vio que las galaxias solitarias tienden a tener forma de espiral, mientras que las que residen en cúmulos junto a otras galaxias tienden a ser elípticas y lenticulares. Según Joel Pfeffer , del nodo ICRAR de la Universidad de Australia Occidental y primer firmante del artículo, su investigación explica por qué las galaxias agrupadas parecen más ‘suaves’ y sin rasgos distintivos que sus contrapartes individuales. «Hemos descubierto -afirma- que suceden algunas cosas diferentes cuando juntamos muchas galaxias. Los brazos espirales de las galaxias, por ejemplo, son muy frágiles y, a medida que aumenta la densidad de galaxias en los cúmulos, las espirales comienzan a perder su gas y ‘dejan caer’ sus brazos, adoptando una forma lenticular». Otra causa de la diversidad de formas que observamos, prosigue Pfeffer, «son las fusiones de galaxias, que pueden hacer que dos o más galaxias espirales se unan para formar una gran galaxia elíptica». Algo que, por cierto, sucederá cuando Andrómeda choque contra nuestra propia galaxia , La Vía Láctea, dentro de más de 4.000 millones de años. Con ayuda de la IA Para su estudio, los investigadores recurrieron a las poderosas simulaciones EAGLE para analizar en detalle un grupo concreto de galaxias y utilizaron un algoritmo de Inteligencia Artificial para clasificarlas por sus formas. Entrenado por el coautor Mitchell Cavanagh , el algoritmo es capaz de clasificar hasta 20.000 galaxias por minuto, reduciendo lo que normalmente supondría semanas de trabajo a apenas una hora. Las simulaciones obtenidas coinciden casi exactamente con lo que se puede observar en el Universo, algo que ha permitido a los investigadores confiar plenamente en sus resultados. El estudio, además, también identificó varias galaxias lenticulares fuera de las regiones de alta densidad donde se espera que estén, y el modelo sugiere que fueron creadas por la fusión de dos galaxias. MÁS INFORMACIÓN noticia No De nacimientos y muertes de estrellas a viajes en el tiempo: lo que nos ha enseñado el James Webb en su primer año noticia No ¿Por qué titilan las estrellas? Según Pfeffer, el trabajo reúne varias investigaciones sobre la evolución galáctica, y permite comprender por primera vez la relación entre morfología y densidad. «Ha habido muchas sugerencias a lo largo del tiempo -afirma el investigador-. Pero este es el primer trabajo que realmente junta todas las piezas del rompecabezas».