Al profesor Joseph Henrich (Norristown, EEUU, 54 años) las explicaciones culturales clásicas de la antropología no le resultaban eficaces para entender las diferencias psicológicas entre las personas. Por eso, este antropólogo, presidente del Departamento de Biología Evolutiva Humana de la Universidad de Harvard, se puso a trabajar en su segundo libro Las personas más raras del mundo: cómo Occidente llegó a ser psicológicamente peculiar y particularmente próspero (Capitán Swing). Con este voluminoso trabajo pretende explicar cómo difieren las poblaciones alrededor del mundo y por qué las sociedades raras —por su acrónimo inglés WEIRD, “occidental, educado, industrializado, rico y democrático”—, no pueden utilizarse como el estándar global sobre el que mirar a la humanidad en su conjunto.