La australopiteca ‘Lucy’ tenía músculos ‘como rocas’ que le permitían estar de pie igual que nosotros

‘Lucy’, la menuda Australopithecus afarensis que vivió hace más de 3 millones de años en lo que hoy es la región de Afar, en Etiopía, es uno de los ancestros humanos más famosos. Medía un metro de altura y pesaba apenas 28 kilos, tenía cara de simio y su cerebro era un tercio del nuestro, pero ya era capaz de caminar sobre dos piernas. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista ‘Royal Society Open Science’ ha revelado que la homínida poseía una musculatura que sería la envidia de cualquier usuario de gimnasio. Mucho más grande y poderosa que la nuestra, le permitía permanecer erguida como cualquiera de nosotros. La investigadora Ashleigh Wiseman, de la Universidad de Cambridge, ha reconstruido digitalmente el tejido blando faltante de la parte inferior del cuerpo de ‘Lucy’, algo que nunca antes se había hecho con un ancestro humano primitivo. Modeló en 3D los músculos de las piernas y la pelvis utilizando escaneos de los completos fósiles de la homínida, de la que se conserva el 40% de su esqueleto. Para ello, utilizó datos de código abierto publicados recientemente. De forma virtual, Wiseman volvió a armar el esqueleto para definir el eje desde el cual cada articulación podía moverse y rotar, replicando cómo se movía durante la vida de la homínida. Finalmente, los músculos se colocaron en capas en la parte superior, incluida una pequeña «cicatrización muscular» discernible (los rastros de conexión muscular detectables en los huesos fosilizados). Noticia Relacionada estandar No La explicación de lo que nos hace humanos se reduce a solo 80 genes Judith de Jorge Más de 800 genomas de primates iluminan nuestra biología y revelan una nueva forma de encontrar mutaciones genéticas responsables del cáncer hereditario, las cardiopatías o la diabetes La investigación recreó 36 músculos en cada pierna, la mayoría de los cuales eran mucho más grandes en ‘Lucy’ y ocupaban más espacio en sus piernas en comparación con los humanos modernos. Como suele decirse, estaba realmente ‘cachas’. Por ejemplo, los músculos principales de las pantorrillas y los muslos de ‘Lucy’ eran más del doble del tamaño de los de los humanos modernos, ya que tenemos una proporción de grasa a músculo mucho mayor. Los músculos de los muslos, unas ‘rocas’, constituían el 74 % de la masa total, en comparación con solo el 50 % en los sapiens. Los paleoantropólogos están de acuerdo en que ‘Lucy’ era bípeda, pero no en cómo caminaba. Algunos han argumentado que se movía agazapada, similar a los chimpancés, nuestro ancestro común, cuando caminan sobre dos patas. Otros creen que su movimiento estaba más cerca de nuestro propio bipedalismo vertical, una teoría que ha cobrado peso en los últimos años. El trabajo de Wiseman agrega más peso a esta idea. Los músculos extensores de la rodilla de ‘Lucy’, y el efecto de palanca que permitirían, confirman la capacidad de enderezar las articulaciones de la rodilla tanto como lo puede hacer una persona sana en la actualidad. Vistas completas del modelado de músculos en ‘Lucy’, en el que se crearon 36 músculos por miembro inferior. Se muestran en comparación con los músculos 3D del ser humano que se segmentaron a partir de datos de resonancia magnética Ashleigh Wiseman Un movimiento original «La capacidad de Lucy para caminar erguida solo puede conocerse reconstruyendo el camino y el espacio que ocupa un músculo dentro del cuerpo», dice Wiseman. «Ahora somos el único animal que puede mantenerse erguido con las rodillas rectas. Los músculos de ‘Lucy’ sugieren que era tan experta en bipedismo como nosotros, aunque posiblemente también se sintiera cómoda entre los árboles. Probablemente caminó y se movió de una manera que no vemos en ninguna especie viva hoy en día», indica. Según la investigadora, estos australopitecos habrían vagado por áreas de pastizales boscosos abiertos, así como por bosques más densos en el este de África, hace alrededor de 3 a 4 millones de años. Las reconstrucciones de los músculos de ‘Lucy’ sugieren que habría podido « explotar ambos hábitats de manera efectiva». MÁS INFORMACIÓN noticia No ‘Acorralando’ a la energía oscura: crean el mapa tridimensional más grande y detallado del universo noticia Si Los bloques básicos de la vida podrían sobrevivir en las tóxicas nubes de Venus Wiseman cree que sus reconstrucciones pueden ayudar a los científicos a comprender cómo caminaba este antepasado humano. «Las reconstrucciones musculares ya se han utilizado para medir la velocidad de carrera de un T-Rex, por ejemplo», dice. «Al aplicar técnicas similares a los humanos ancestrales, queremos revelar el espectro de movimiento físico que impulsó nuestra evolución, incluidas aquellas capacidades que hemos perdido», añade. Todo ello servirá para entender mejor a la que muchas veces se ha llamado ‘abuela de la humanidad’.