La fórmula matemática que predice el fin de la vida útil del organismo

¿Se atrevería a conocer el momento en que su cuerpo llegará el fin de su vida útil? ¿Saber con anticipación cuándo sus órganos dejarán de funcionar? Steve Horvarth, un científico de origen alemán que trabaja en Altos Labs , la compañía estadounidense financiada por millonarios que más invierte en envejecimiento, está empeñado en pronosticar con un sencillo test la verdadera edad biológica y no solo cronológica. Es decir, establecer un límite de tiempo de forma individualizada que no implica necesariamente la muerte, pero sí el punto en el que puede llegar a suceder. Esta diferencia entre la edad cronológica -la que aparece en nuestro DNI- y la edad biológica o el estado del corazón, los riñones o el cerebro…, es lo que determinan los relojes epigenéticos cuya investigación llega años liderando Horvarth. Su trabajo es crucial porque no solo nos permitirá conocer nuestra fecha de caducidad sino averiguar por qué algunas personas con la misma edad se deterioran antes y cómo se puede intervenir antes de que ocurra. En ese camino, este genetista experto en envejecimiento ha dado un paso de gigante al encontrar una fórmula, un modelo matemático que es capaz de calcular la edad biológica en todos los tejidos y órganos de los mamíferos. Sería aplicable en cualquier mamífero, con independencia del tamaño y esperanza de vida, desde la pequeña musaraña que no vive más de tres años a la longeva y gigantesca ballena del Ártico , una campeona de la longevidad capaz de superar la barrera de los 200 años. Y, por supuesto, en los humanos, que es el objetivo final de las investigaciones. Noticias Relacionadas estandar Si El «padre» de los primeros bebés transgénicos quiere tratar ahora el alzhéimer Pablo M. Díez estandar No La sangre de los ratones más jóvenes alarga la vida a los más viejos R. I. El hallazgo de este reloj universal epigenético se detalla en dos publicaciones en las revistas Science y en Nature Aging que firma un consorcio científico internacional con más de 200 investigadores, liderado por Steve Horvarth. También se muestran los cambios en el ADN que comparten los humanos con otros mamíferos y se asocian con su esperanza de vida. En el trabajo se han estudiado decenas de tejidos de 185 especies de mamíferos y se confirma que en todas ellas existen regiones conservadas en el genoma que son responsables del envejecimiento, lo que se piensa podrá acelerar la aplicación de los hallazgos de investigación. «Una de nuestras motivaciones al emprender este trabajo es reducir la brecha entre la investigación básica en animales y la clínica y averiguar si lo que funciona en estos modelos funciona también en personas. Ya se han identificado múltiples intervenciones que pueden revertir la edad biológica en ratones, como las transfusiones de sangre de animales jóvenes, la restricción calórica o la reprogramación celular », explica Horvarth a ABC. De la investigación también se desprende que los genes que participan en el desarrollo de los mamíferos juegan un papel en el funcionamiento de los relojes epigenéticos y «se refuta la idea de que el envejecimiento es únicamente una acumulación de ruido y de entropía», de desorden molecular de un sistema. «Los aspectos epigenéticos del envejecimiento siguen un pseudoprograma determinista», indica el autor principal.   Entender mejor lo que ocurre En la misma línea, opina el español Juan Carlos Izpisua, fundador científico de Altos Labs que también ha participado en la investigación: «Estos estudios nos ayudan a entender mejor el proceso de envejecimiento y el deterioro celular que ocurre durante la enfermedad y a trasladar a los pacientes los conocimientos que estamos adquiriendo en el laboratorio. El aumento uniforme de la metilación dentro de ciertas regiones del ADN entre todas las especies de mamíferos sugiere que estas alteraciones tienen un significado biológico sustancial en el envejecimiento. De hecho, nuestros estudios en animales revelan que la reprogramación de estas alteraciones químicas del ADN da lugar un rejuvenecimiento celular que conlleva a un aumento en la salud y resiliencia a las enfermedades».