En 2001 un grupo de arqueólogos liderados por William Saturno descubrió una nueva ciudad maya semioculta en la selva de El Petén, en Guatemala. El lugar conocido como San Bartolo destacaba por su pirámide construida en fases sucesivas, una sobre otra. La llamaron Las Pinturas, así en español, por uno de los tesoros que encontraron en la primera cámara: murales pintados en vivos colores que recuerdan a los frescos de la Pompeya romana. Entre ilustraciones de sus dioses y el origen del mundo, había una de las primeras muestras de la escritura de la civilización mesoamericana. Ahora, se ha identificado la primera referencia al calendario maya en dos fragmentos de mural encontrados en lo más profundo de Las Pinturas. El hallazgo muestra que los mayas organizaban el tiempo de forma ritual mucho antes de lo que se creía.