Hay récords que permanecen décadas imbatidos y otros que tan solo duran segundos, como el de la atleta de heptatlón Adrianna Sulek, que solo disfrutó de su marca mundial 6,43 segundos. En la informal competición entre la computación clásica y cuántica también sucede. El pasado 14 de junio, una investigación publicada en Nature aseguraba haber conseguido con 127 cúbits, capacidad ya presente en los ordenadores cuánticos comerciales, resultados imposibles en la computación clásica. Solo dos semanas después, sendos trabajos de Caltech y de la Universidad de Nueva York reivindicaron haber logrado resoluciones más precisas con computación clásica. “Esta pugna entre lo clásico y lo cuántico es muy enriquecedora”, comenta David Pérez García, investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat) y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.