Hace más de 2.500 años, una embarcación fenicia, probablemente de un comerciante que transportaba mercancías de lujo procedentes del Mediterráneo oriental y el norte de África, tuvo un accidente frente a las costas de Cartagena. La embarcación chocó contra el arrecife de corales pétreos de Bajo de la Campana. Esta enorme formación rocosa, oculta justo debajo de la superficie, ha sido durante milenios la causa de naufragios. La embarcación fenicia se hundió y perdió su mercancía, que terminó permaneciendo en una cueva marina durante miles de años hasta que un equipo de arqueólogos españoles y estadounidenses inició las excavaciones en 2007.