La mitología, la religión y el arte en todas sus vertientes están repletos de referencias al sueño y a la dificultad para conciliarlo. Escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Juan Rulfo o Sylvia Plath padecieron insomnio y hablaron de él en sus obras. Franz Kafka también narró en sus cartas sus problemas para dormir, que dieron lugar incluso a un estudio científico publicado en The Lancet que intentó analizar la influencia que el insomnio podría haber tenido en la obra del autor checo.