El francés Nicolas Altobelli es responsable de desarrollo de actividades científicas de Juice, la ambiciosa misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) a Júpiter y sus tres grandes lunas heladas: Ganímedes , Calisto y Europa . La sonda de 6 toneladas de peso partirá previsiblemente el 13 de abril desde la Guayana francesa y llegará a su destino ocho años después. Allí se quedará otros cuatro años para averiguar, con la ayuda de sus diez instrumentos científicos, si estos mundos, que parecen albergar grandes océanos en su interior, pueden ser habitables, y por qué son tan diferentes entre sí. En su periplo , Juice se convertirá en la primera nave en orbitar una luna que no sea la nuestra, Ganímedes. Altobelli, que trabaja en la sede de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid), seguirá el lanzamiento desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Cuenta los días. -¿Por qué están tan seguros de que Ganímedes, Calisto y Europa tienen océanos? -Las condiciones de presión y temperatura dentro de las lunas permiten el agua líquida. Además, por las mediciones de la sonda Galileo sabemos que el enorme campo magnético de Júpiter cambia cuando te acercas a una de sus lunas. Para eso hace falta un conductor de electricidad dentro de la luna helada, y el único posible es sal en agua líquida. En Ganímedes es más complicado, porque tiene su propio campo magnético. Otra razón por la que sabemos que hay agua líquida es lo que ha visto la sonda Cassini en Encelado, una luna helada de Saturno no más grande que España. Allí hay agua líquida bajo la superficie y el vapor se escapa al espacio. Ocurre por las fuerzas de marea ejercidas por la gravedad del planeta gigante. La órbita es excéntrica, no es un círculo perfecto, por lo que el cambio en las mareas genera fuerzas y fricciones que deforma las capas exteriores de hielo. Esto genera mucho calor que permite al agua quedarse líquida. Este mecanismo demostrado en Encelado también funciona en Europa y un poco en Ganímedes, donde también tenemos el calor de elementos radiactivos naturales. Noticia Relacionada estandar No Viaje a las lunas de Júpiter que pueden albergar vida Judith de Jorge La misión JUICE averiguará si bajo los hielos de Ganímedes, Europa y Calisto hay océanos habitables -¿Cómo creen que son esos océanos? -Es lo que tenemos que averiguar. Pero los modelos predicen que los de Ganímedes están al menos a 100 km bajo la superficie y pueden tener entre 100 y 150 km de profundidad. Eso es mucho más que los océanos de la Tierra. Porque la Tierra parece azul, un mundo acuático: el 75% de la superficie está cubierta de agua… Pero solo hay 4.000 metros de profundidad. En comparación, una luna del tamaño de Mercurio con océanos de 100 km de profundidad supone una cantidad de agua enorme. -¿Qué va a buscar Juice allí? -Tenemos tres lunas heladas: Europa, Calisto y Ganímedes. Lo que sorprende es que son completamente diferentes. Por ejemplo, Calisto tiene mucho más hielo que Europa, que está hecha de roca con algo de agua. ¿Por qué son diferentes aunque están juntas en la misma zona del sistema solar? Conocerlo es nuestro objetivo principal. Nos ayudará a entender otros mundos que pueden albergar condiciones favorables para la vida tal y como la conocemos. -Juice no está preparada para detectar vida. -No, y es importante decirlo. No hay instrumentos a bordo que permitan detectar vida. No es fácil conseguirlo. En Marte son necesarias muchas misiones para ese objetivo. En las lunas heladas estamos en la etapa de caracterización detallada. Solo después de Juice podríamos saber si hay una manera de intentar una misión con instrumentos específicos para buscar vida, o para buscar condiciones favorables a la emergencia o la evolución de la vida. La emergencia de la vida no necesita el mismo entorno que su mantenimiento. Ahora la vida no aparece en la Tierra, hay demasiado oxígeno. La vida anciana en la Tierra se desarrolló sin oxígeno: bacterias unicelulares que utilizan dióxido de carbono e hidrógeno en condiciones especiales. No hay que buscar un mundo con oxígeno en una atmósfera, ese es el entorno que nos hemos hecho los organismos complejos para nosotros. Lo que buscamos son condiciones para la emergencia de la vida como sospechamos que ocurrió en la Tierra. -Pero si hubiera vida microscópica, por no fantasear con algo más complejo, ¿Juice no la vería? -Lo que podría ver, pero de manera muy hipotética, son señales de metabolismo. La sonda Viking en Marte llevaba a bordo un instrumento para ello, para saber si hay productos de vida, de bacterias u otros organismos que estén transformando los elementos químicos del entorno en otros elementos químicos. Habría que hacer muchos experimentos en laboratorios en la Tierra para imaginar qué tipo de metabolismo podría dar una señal que podríamos medir con la sonda y para esto ahora no hay respuesta. Las noticias excepcionales requieren de pruebas excepcionales. -Si hay indicios de que estos mundos pueden ser habitables, ¿cuál es el siguiente paso? -Nos ponemos en 2035… El primer paso sería un aterrizador, pero es muy complicado. Es muy difícil aterrizar en la superficie de Europa por las enormes radiaciones. -La única luna que va a orbitar Juice es Ganímedes. ¿Es más interesante que las demás? -No, lo más interesante es comparar las lunas. Hay otros parámetros, como la dosis total de radiación que vamos a tener durante la misión. Un objetivo es tener la tomografía completa del interior de una luna. Y Ganímedes, en su evolución, está un poco entre Calisto y Europa. Hay superficie joven y otra muy antigua. Hay mucho que descubrir allí. MÁS INFORMACIÓN noticia No Cuestión de tamaños: la vida en la Tierra prefiere a los individuos más grandes y a los más pequeños noticia No Descubren uno de los mayores agujeros negros observados hasta ahora: 30.000 millones de masas solares -Juice acabará muriendo en Ganímedes, ¿podríamos contaminar la luna con un organismo de la Tierra? -Es otra razón por la que hemos escogido Ganímedes. No hay un mecanismo conocido que permita a un organismo de la Tierra atravesar 100 km de hielo. La probabilidad de contaminación es casi cero, según las reglas de COSPAR (Comisión de Investigaciones Espaciales) que ha evaluado la misión. En Europa, sería distinto, solo son 10 km.