¿Por qué las hormigas caminan en fila?

Los artrópodos son el filo más numeroso del reino animal y está formado, a su vez, por cuatro familias: miriápodos, crustáceos, arácnidos e insectos. Estos últimos representan el 90% de todos los artrópodos. Dentro de los insectos nos encontramos con las hormigas, uno de los organismos con un papel más crucial en la mayoría de los ecosistemas. Se calcula que hay más de 10.000 especies diferentes de hormigas en todo el mundo, lo cual las ha permitido colonizar una gran cantidad de ambientes, desde los más áridos hasta los bosques, pasando por selvas y montañas. Desde un punto de vista anatómico, el cuerpo de las hormigas tiene tres secciones claramente diferenciadas: cabeza, tórax y abdomen. En la cabeza es fácil distinguir la mandíbula, los ojos y las antenas; del tórax salen seis patas y en el abdomen se localizan los aguijones y las glándulas propias de esta especie. Un universo químico Según el DRAE para que exista lenguaje es necesario que haya un emisor –productor del mensaje-, un mensaje –lo que se quiere decir- y un receptor –capaz de interpretar el mensaje-. Cuando se establece un lenguaje infoquímico lo que prima es la brevedad del contenido, si bien su contenido puede ser de lo más variado. En algunos casos será descifrado por un animal de la misma especie (feromona), en otros casos con él se tratará influir en la conducta de otra especie con el fin de obtener un efecto beneficioso (alomona), y en otros de causar un perjuicio al emisor (kairomona) o, simplemente, propiciar un beneficio ambas especies (sinomona). Así, por ejemplo, se ha podido identificar ciertas sustancias que emiten algunos depredadores de mosquitos (kairomonas) con el fin de que estos animales no depositen sus huevos en determinados charcos de agua. Volviendo a las hormigas. Son animales eusociales que tienen una compleja red de comunicación, basada fundamentalmente en una estrategia química a través de feromonas –del griego pherein, llevar, y hormon, excitar o estimular. El emisor del mensaje está representado por cada una de las glándulas que se encuentran distribuidas por su cuerpo: la glándula de Dufour, la glándula del veneno, la glándula anal, la glándula del tórax y las del abdomen. El receptor estaría localizado en las antenas, el órgano sensitivo más importante de su cuerpo, tanto desde el punto de vista olfatorio como táctil. Gracias a ellas son capaces de diferenciar los veinticinco hidrocarburos diferentes y semivolátiles que pueden emitir sus compañeras y que se traducen en olores sutilmente diferentes. Feromonas de pista En ese universo olfatorio hay, fundamentalmente dos tipos de feromonas: unas que impregnan el cuerpo de la hormiga y que le sirve para identificarse en su colonia –una especie de DNI químico para evitar la entrada de posibles impostores- y otras que emiten a voluntad para relacionarse con sus compañeras. MÁS INFORMACIÓN noticia No ¿Por qué crujen los nudillos de las manos? noticia No ¿Es posible escapar de las arenas movedizas? Entre estas últimas feromonas se encuentran las llamadas ‘de pista’ que se secretan en unas glándulas ubicadas en el extremo final del abdomen. Son precisamente éstas las que se producen cuando una hormiga encuentra una ruta que le lleva hacia una fuente de alimento y que quiere compartir con otras hormigas. Literalmente la hormiga emisora ‘riega’ el suelo con estas feromonas, las cuales son las responsables últimas de que formen una fila aparentemente interminable. SOBRE EL AUTOR Pedro Gargantilla Médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación, en este espacio de ‘Ciencia cotidiana’ explica la ciencia detrás de los fenómenos que vivimos en nuestro día a día.