Un grupo de médicos ha pedido que se investigue a Elon Musk por la muerte de doce monos durante los ensayos de la empresa de chips cerebrales Neuralink , que promete conectar nuestras mentes a internet. Precisamente esta semana la compañía había anunciado que tenía la aprobación de una junta de revisión independiente para comenzar a reclutar a personas con parálisis para el primer ensayo en humanos de su implante cerebral. El Comité de Médicos para la Medicina Responsable ha solicitado la investigación ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE.UU. por un posible fraude de valores después de el 10 de septiembre Musk dijera en la red social X, antes conocida como Twitter, que «ningún mono ha muerto como resultado de un implante Neuralink». Además, el millonario añadió que para minimizar el riesgo para los monos sanos, eligen ejemplares terminales (que ya está cerca de la muerte). Para la organización, esta declaración es «falsa y engañosa». Según explica el comité de médicos en un comunicado , los registros públicos obtenidos por este grupo a través de una demanda revelan que, si bien Neuralink utilizó tres monos en experimentos terminales en los que no se recuperaron de la cirugía, sí sacrificó a doce animales previamente sanos como resultado directo de problemas con el implante de la empresa. «Dado que la invasividad del dispositivo de Neuralink plantea graves riesgos para la salud de los pacientes, Musk está engañando a los inversores sobre la seguridad y comerciabilidad del dispositivo de la empresa», señalan en el texto. Noticia Relacionada estandar No Elon Musk busca voluntarios para el primer ensayo en humanos del chip cerebral de Neuralink Jorge Herrero La compañía ha desarrollado una interfaz cerebro-computadora inalámbrica que podría cambiar la vida de las personas con parálisis La historia del ‘Animal 11’ Los médicos alegan que la falsedad de la reciente publicación de Musk en X se puede demostrar fácilmente. «Registros públicos de la Universidad de California en Davis, donde Neuralink realizó experimentos con monos entre 2017 y 2020, revelan que la implantación del dispositivo de la compañía provocó efectos debilitantes para la salud de los monos, lo que resultó en la eutanasia. Los animales experimentaron infecciones crónicas, parálisis, hinchazón del cerebro, pérdida de coordinación y equilibrio y depresión», señalan. Los registros sanitarios de los monos muestran que no hay evidencia de que los doce animales estuvieran «al borde de la muerte», como afirmó Musk. Los macacos Rhesus suelen vivir unos 25 años en cautiverio, y algunos viven hasta los 40. Pero la edad promedio de los doce monos muertos en los experimentos de Neuralink fue de 7,25 años. La denuncia de la SEC detalla las historias de cuatro monos, incluido el ‘Animal 11’, una hembra de macaco rhesus. En diciembre de 2018, los empleados de Neuralink perforaron dos agujeros del tamaño de una moneda de diez centavos en su cráneo, implantaron electrodos en su cerebro y colocaron dos placas de titanio en su cráneo mediante tornillos para huesos. Casi de inmediato, el personal de UC Davis notó que los implantes estaban infectados y que la «piel estaba erosionada». El personal escribió que «la piel parece perforada por el implante» y que el ‘Animal 11’ padecía una infección por estafilococos que seguiría siendo un problema durante tres meses. Finalmente la sacrificaron debido a sus continuos problemas de salud derivados del implante. «A todos menos a Elon Musk les parece obvio que el dispositivo de Neuralink no es seguro y es peligroso», dice Ryan Merkley, director de Defensa de la Investigación del Comité de Médicos. «Ahora está engañando deliberadamente a los inversores y al público al mentir abiertamente sobre los experimentos con monos de la empresa». Si la SEC toma medidas, no sería la primera vez que penaliza a Musk por engañar a los inversores. En 2018, acusó a Musk de una serie de tuits falsos y engañosos sobre una posible transacción para privatizar la empresa Tesla. En ese momento, el entonces codirector de la División de Cumplimiento de la agencia declaró: «Cuidarse de proporcionar información veraz y precisa es una de las obligaciones más críticas de un director ejecutivo». El Comité de Médicos señala las preocupaciones planteadas por los expertos médicos sobre los riesgos para la salud de dispositivos altamente invasivos como el de Neuralink y su importante potencial de complicaciones médicas graves en los pacientes. El grupo ha instado a la compañía de Musk a detener sus experimentos con animales, que continúa realizando en instalaciones de California y Texas, y a centrarse en mejorar las interfaces no invasivas cerebro-computadora. Esclerosis y lesiones medulares Neuralink, que en mayo recibió la autorización de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) para comenzar los ensayos con humanos, anunció el pasado martes que ha recibido la aprobación de una junta de revisión independiente para comenzar el reclutamiento para el primer ensayo en humanos de su implante cerebral. Se trata de personas con parálisis debido a una lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica, pero la compañía no ha revelado cuántos participantes se inscribirán en el ensayo, que tardará unos seis años en completarse. El estudio utilizará un robot para colocar quirúrgicamente un implante de interfaz cerebro-computadora (BCI) en una región del cerebro que controla la intención de moverse. Su objetivo inicial es permitir a las personas controlar el cursor o el teclado de una computadora. usando solo sus pensamientos. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Más cerca de saber si hay vida: encuentran, por fin, una fuente de carbono en la luna Europa noticia Si Averiguan por qué, cada 21.000 años, el desierto del Sahara se transforma en un vergel La empresa esperaba recibir aprobación para implantar su dispositivo en diez pacientes, pero la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) planteó preocupaciones de seguridad, según empleados actuales y anteriores, por lo que probablemente sean menos. Musk cree que sus chips pueden tratar enfermedades como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia.