Desde hace más de medio siglo, el llamado ‘monstruo de Tully’ , una enigmática criatura que vivió hace unos 300 millones de años, no ha dejado de confundir a los paleontólogos con una anatomía tan extraña que escapa a cualquier clasificación. Hace poco, un equipo de científicos propuso la hipótesis de que se trataba de un vertebrado similar a los ciclóstomos (peces sin mandíbula como la lamprea). Y si así fuera, el monstruo de Tully podría ser la criatura que rellenara un vacío en la historia evolutiva de los primeros vertebrados. Desde que se propuso la idea, sin embargo, distintos estudios se han publicado tanto para apoyar como para rechazar esa hipótesis. Ahora, y utilizando tecnología de imágenes en 3D, un equipo japonés cree haber encontrado la respuesta definitiva al descubrir características detalladas del monstruo Tully que sugieren fuertemente que no era un vertebrado. Sin embargo, aún está por decidirse su clasificación exacta y qué tipo de invertebrado era. El trabajo se publica hoy en ‘ Paleontology’ . En la pasada década de los 50, Francis Tully disfrutaba de su afición a la búsqueda de fósiles en un sitio conocido como Mazon Creek Lagerstätte, en el estado de Illinois, cuando descubrió lo que más tarde se conocería como el monstruo de Tully. Esta extraña criatura marina de unos 15 centímetros de largo y 300 millones de años de antigüedad resultó ser todo un enigma, ya que desde su descubrimiento los investigadores no han hecho más que debatir sobre su posición taxonómica, es decir, dónde encaja en la clasificación de los seres vivos. Noticia Relacionada estandar No ‘Jurassic Park’ se vuelve a equivocar: el tiranosaurio rex tenía labios y no se le veían los dientes Judith de Jorge El hallazgo contradice más de un siglo de representaciones científicas y populares A diferencia de los huesos de dinosaurio y las criaturas de caparazón duro, que a menudo se encuentran en forma de fósiles, el monstruo de Tully tenía un cuerpo blando. Mazon Creek Lagerstätte es uno de los pocos lugares en el mundo donde las condiciones eran las adecuadas para capturar en detalle las huellas de estos animales marinos en el lodo del fondo antes de que pudieran descomponerse. En 2016, un grupo de científicos de EE. UU. propuso la hipótesis de que se trataba de un vertebrado, en cuyo caso el ‘monstruo’ podría ser una pieza faltante del rompecabezas sobre cómo evolucionaron los vertebrados. Sin embargo, y tras un arduo trabajo llevado a cabo por diferentes grupos de investigadores en los años siguientes, sigue sin haber consenso sobre la cuestión. ¿El fin del debate? Pero la investigación realizada por científicos de las universidades de Tokio y Nagoya podría haber puesto fin al debate. «Creemos que se ha resuelto la duda entre invertebrado y vertebrado -asegura Tomoyuki Mikami, coautor del estudio-. En base a múltiples líneas de evidencia, la hipótesis de los vertebrados para el monstruo de Tully es insostenible. El punto más importante es que la criatura tenía una segmentación en la región de la cabeza que se extendía desde el cuerpo. Una característica que no se conoce en ningún linaje de vertebrados y que sugiere una afinidad con los no vertebrados». Mikami y su equipo estudiaron más de 150 monstruos de Tully fosilizados y más de 70 fósiles de otros animales variados de Mazon Creek. Con la ayuda de un escáner láser 3D, crearon mapas tridimensionales codificados por colores de los fósiles que mostraban las pequeñas irregularidades que existían en su superficie a través de la variación de color. La tomografía microcomputarizada de rayos X (que usa rayos X para crear secciones transversales de un objeto para que se pueda crear un modelo 3D), también se usó para observar su probóscide (un órgano alargado ubicado en la cabeza). Estos datos en tres dimensiones llevaron a los investigadores a concluir, con poco o ningún lugar para la duda, que el monstruo de Tully era un invertebrado. El siguiente paso será averiguar a qué grupo de organismos pertenece exactamente la criatura, algo que no será fácil debido a los rasgos únicos del animal. Podría ser, de hecho, un cordado no vertebrado (como un animal parecido a un pez conocido como lanceta) o puede que algún tipo de protostoma (un grupo diverso de animales que contiene, por ejemplo, insectos, gusanos redondos, lombrices de tierra y caracoles), aunque con una morfología radicalmente modificada. MÁS INFORMACIÓN noticia No Nos pusimos de pie en las ramas de los árboles para alcanzar las hojas noticia No El monstruo marino más antiguo de la era de los dinosaurios, hallado en una isla ártica Fósiles problemáticos como el monstruo de Tully subrayan lo difícil que puede llegar a ser reconstruir la historia dinámica de la Tierra y los diversos organismos que la han habitado. «Había muchos animales interesantes que nunca se conservaron como fósiles -explica Mikami-. En este sentido, la investigación de los fósiles de Mazon Creek es importante porque proporciona evidencia paleontológica que no se puede obtener de otros lugares. Se necesita más y más investigación para extraer pistas importantes de los fósiles de Mazon Creek para comprender la historia evolutiva de la vida».