- Financiamiento de la educación superior.
- Agendas de investigación y sistema de estímulos.
- Indicadores de gestión de la Educación Superior.
- Transferencia universitaria del conocimiento científico.
- La potencialidad Universidad – Empresa.
- Formación en ciencia.
- Formación de investigadores.
- Infraestructuras y dispositivos para el desarrollo científico.
- El fomento de la investigación universitaria: orientación política e instrumentos de apoyo.
- La evaluación académica. Teorías, prácticas y consecuencias.
La universidad, institución casi milenaria, ha evolucionado a lo largo del tiempo, incorporando nuevas misiones. Comenzó como espacio para la enseñanza; varios siglos después incorporó como misión a la investigación y, recientemente, ha reconocido una “tercera misión”: relacionarse en formas diversas con la sociedad a partir de transferirle su conocimiento.
En particular, la universidad latinoamericana incorporó tempranamente a sus funciones la extensión universitaria, asociada a sectores comparativamente débiles. Avanzar hacia un desarrollo humano, sustentable e inclusivo, objetivo mayor de nuestro tiempo, se enfrenta a la creciente desigualdad basada en el conocimiento, lo que interpela en particular a las casas de altos estudios.
Las “universidades para el desarrollo” procuran revertirla impulsando que sean muchos más quienes estudian en la universidad, promoviendo que las agendas de investigación incorporen problemas invisibilizados por no tener demanda de mercado pero sí gran relevancia social, y cooperando con los más variados actores en la búsqueda de soluciones a los problemas colectivos.
Las universidades para el desarrollo pueden caracterizarse así por su compromiso integral con la democratización del conocimiento. El Foro CILAC 2018 convoca, entonces, a pensar en conjunto esa nueva universidad que pueda dar respuestas a los desafíos de la nueva era.
Universidades para el desarrollo
Rodrigo Arocena y Judith Sutz (UDELAR / UNESCO / CILAC, 2016)