El día en que empezó a distinguirse lo natural de lo sobrenatural

Por portal-3

El día en que empezó a distinguirse lo natural de lo sobrenatural

Actualmente, resulta normal distinguir entre hechos naturales y sobrenaturales: los primeros se rigen por leyes que conocemos, los segundos parecen escapar de ellas. Sin embargo, esta distinción es relativamente reciente, y cuando se produjo constituyó toda una revolución intelectual.

Esta revolución tuvo lugar porque se abolía el ámbito de lo que se hallaba entre lo natural y lo sobrenatural, el ámbito de lo preternatural: fantasmas, brujas y monstruos.

El advenimiento de la ciencia y los experimentos

Con la intención de transformar los hechos extraños en hechos vulgaores, cada vez más filósofos del siglo XVII insistían en que podría reproducirse cualquier hecho raro o insólito, y entonces hallar sus causas, su explicación, retirando el manto de misticismo. De esta forma, lo supuestamente sobrenatural se iba transformando en algo natural.

Galileo, así, insistía en que las montaña de la Luna eran lo mismo que las montañas de la Tierra. O que las lunas de Júpiter eran lo mismo que nuestras luna. O que las fases de Venus eran lo mismo que las fases de nuestra luna. Como explica David Wootton en su libro La invención de la ciencia: «A cada paso tomaba los hechos más extraños y los hacía tan vulgares como fuera posible». La dificultad estribaba, pues, en saber cómo y cuándo distinguir entre filosofía natural y teología:

The Logic of Port-Royal esboza lo que podría ir mal cuando describe las personas que son demasiado crédulas cuando se trata de milagros. Se tragan, dice, un hecho extraño, y cuando encuentran objecciones al mismo cambian su relato para acomodarlas; el hecho extraño puede sobrevivir únicamente si se lo convierte en un hecho más natural, lo que en este caso implica, para empezar, apartare más y más de cualquier verdad que pudiera haber existido en él.

Simon Stevin

Simon Stevin, un matemático, ingeniero militar e hidráulico, constructor de molinos y fortificaciones, semiólogo, contable e intendente neerlandés abunda en ello, a mediados del 1600, en su lema «La maravilla no es una maravilla»:

En filosofía, siempre hay que proceder de la maravilla hasta la no maravilla, es decir, hay que continuar la investigación que se hace hasta que aquello que se creyó extraño y no nos parezca extraño; pero en teología, hay que proceder desde la no maravilla hasta la maravilla, es decir, hay que estudiar las Escrituras hasta que lo que no nos parece extraño, nos lo parezca, y que todo sea maravilloso.

Por primera vez, pues, algunos pensadores empiezan a enfrentarse a los fenómenos con cuidado, confiando más en los experimentos, las evidencias, las pruebas, el sabe explicar la concatenación de hechos que producen un fenómeno, antes que en lo subjetivo, en la revelación, el la falacia de autoridad o el ad hominem. Sobre todo consiste en un desencantamiento del mundo: la asunción de que todo puede explicarse, por muy complejo que pueda resultar, y que no debe simplemente aducirse palabras vacías para describir el mundo como «magia», «dios» o «sobrenatural».


La noticia

El día en que empezó a distinguirse lo natural de lo sobrenatural

fue publicada originalmente en

Xataka Ciencia

por
Sergio Parra

.

Leer más

Si notas estos signos, no te están criticando, sino que te están cancelando

Por portal-3

Si notas estos signos, no te están criticando, sino que te están cancelando

Recientemente hemos asistido al intento de destruir la reputación de famosos e intelectuales simplemente por sus ideas (uno de los recientes casos que comentamos fue el de Steven Pinker), amén de que esta estrategia resulta ineficaz y contraproducente (básicamente por tres razones).

Sin embargo, cómo saber que estamos recibiendo una crítica legítima en vez de una cancelación. Las siguientes 6 señales te pueden dar una pista, según Jonathan Rauch:

Seis señales

  1. Punitividad. La cancelación busca castigar y no corregir, y a menudo por un sólo error y no una trayectoria. Por ejemplo, obligándote a dimitir de tu trabajo.
  2. Censura. Si tratan de censurarte, impedir que publiques un trabajo, de boicotearte y de no permitir tu libertad de expresión para dar charlas o acudir a conferencias.
  3. Organización. Si los críticos están organizados y tienen objetivos, si reclutan a otros y te acosan en el trabajo o en los medios.
  4. Boicots secundarios. Si hay amenazas implícitas o explícitas de que los que te apoyan van a sufrir el mismo castigo que tú,
  5. Postureo Moral. Si el tono contra ti es ad hominem, acusatorio, de indignación y de demonización moral. Los canceladores no buscan convencer sino usar al atacado para elevar su estatus social.
  6. Veracidad. Si difunden cosas de ti que no son verdad, si no les importa la veracidad, si distorsionan tus palabras, ignoran tus correcciones y hacen falsas acusaciones.

Estas son las señales de alarma. Si detectas una o dos, puede ser que te estén cancelando. Si hay 5 o 6, entonces es seguro que es eso lo que está sucediendo. Otra cosa es que te autoconvenzas de esas señales, o las exageres para victimizarte y obtener algún rédito social o económico, lo cual es, junto a la cultura de la cancelación, la otra gran lacra social del siglo XXI.


La noticia

Si notas estos signos, no te están criticando, sino que te están cancelando

fue publicada originalmente en

Xataka Ciencia

por
Sergio Parra

.

Leer más